La situación real del país – The real situation of the country

Eric Cardenas, Página Siete:

Statistics are used to establish the real situation of a society, especially in terms of economic and social performance, citizen Isaac Mamani Huanca in the magazine Ideas of a morning colleague newspaper on the 11th of this month, has compiled a series of data statistics from international organizations and institutions that determine the country’s situation in reality apart from demagogic discourses such as: “we are no longer poor”, “we are from the fastest growing country” etc.

Regarding investment facilities according to the World Bank (2020) we are in the 150th place out of 190 countries and in Latin America only ahead of Venezuela and Haiti. In economic freedom we are ranked 175 out of 180 countries (Heritage USA Foundation, 2018 data). In relation to competitiveness and productivity, according to the World Economic Forum (2019), we are in 107th place out of 141 countries. In corruption, we are ranked 123 out of 180 only above Paraguay and Venezuela according to Transparency International (2019). On the rule of law, according to the World Justice Project of the World Bank (2020) we are in 121 of 128 countries, and in Latin America in 29 of 30, only above Venezuela.

In innovation we are in 105 of 131 countries and in Latin America the penultimate over Guatemala, according to Cornell USA University; In foreign direct investment, of 128,994 MM $US/year we received $us. 316 MM (20l8). In trade agreements with 11 countries, we are among the last in Latin America (Growing in Productivity of the IDB 2018), and informality 81.1%, the highest in Latin America.

According to CAF (2017), Bolivia, Jamaica and Paraguay did not request any registration of patents for technological innovation in the USA. In Human Development, according to the Human Development Index of the World Bank (2019), our country ranks last in South America.

To international comparative figures, internal figures show that informal work in Bolivia is the highest in the world among 150 countries, with 62.3% of the economically active population, followed by Zimbabwe, which reaches 60.6%, due to the weak rule of law. The external debt disbursed reaches more than $US10,000 million.

According to the economist Gonzalo Chávez, the recession this year will reach 6.2% of the GDP, the fiscal deficit at 12% of the GDP, the external debt is at 28%; International reserves that reached their maximum level in 2015 of 15,123 million $US, have decreased to around 6,429 million $US., (2019). The subsidy for hydrocarbons reached 3,330 million bolivianos (2018).According to the figures provided by ECLAC, for this year the economy of the region will contract by 9.1%; per capita income will return to 2010 levels; unemployment will reach 13.5%; poverty to 37.3%.

From the figures we have noted, we infer that the reality of our situation is alarming, since 2014 due to the drop in international hydrocarbon prices, our economy has been decreasing, as we have had less income, which has determined the deficits in the balance trade, in the balance of payments and other variables, but the MAS government persisted in high current spending, public investments of doubtful profitability, and other policies such as basing economic development on domestic demand, in such a way that we have turned into a society of “merchants” and not of producers, since the market is crowded with foreign merchandise due to the low cost of the US dollar.

The government that in days will return to the political power of the State, benefited from the high prices of “commodities” or raw materials that the past two decades reached very high prices, now it will have to face a situation of recession and poverty, and to face this setting, will have to put aside the subsidies to the value of the dollar, gasoline, excessive current spending for which it will have to lay off a good number of public employees; forget waste, put aside public investments in “elephantiastic” works (bulo bulo, etc.), and enter an economy of austerity and intelligent management, or on the contrary we will return to the times of the UDP.

*The author is a lawyer, political scientist and writer.

Para establecer la real situación de una sociedad, en especial en cuanto al desempeño económico y social se recurre a las estadísticas, el ciudadano Isaac Mamani Huanca en la revista Ideas de un colega matutino en fecha 11 del presente mes, ha recopilado una serie de datos estadísticos de organismos e instituciones internacionales que determinan la situación del país en la realidad al margen de discursos demagógicos como que: “ya no somos pobres”, “somos del país de mayor crecimiento” etc.

En cuanto a facilidades de inversión según el Banco Mundial (2020) estamos en el sitio 150 de 190 países y en Latino América sólo delante de Venezuela y Haití. En libertad económica ocupamos el sitio 175 de 180 países (Fundación Heritage USA., datos de 2018). En relación a competitividad y productividad, según en Foro Económico Mundial (2019), estamos en el lugar 107 entre 141 países. En corrupción ocupamos el puesto 123 de 180 sólo encima de Paraguay y Venezuela según Transparencia Internacional (2019). Sobre estado de derecho, según World Justice Proyect del Banco Mundial (2020) estamos en el 121 de 128 países, y en América Latina en el 29 de 30, sólo por encima de Venezuela.

En innovación estamos en el 105 de 131 países y en Latinoamérica el penúltimo sobre Guatemala, de acuerdo a la Universidad Cornell USA; en inversión extranjera directa, de 128.994 MM de SUS/ año recibimos Sus. 316 MM (20l8). En acuerdos comerciales con 11 países, estamos entre los últimos en Américalatina (Creciendo en Productividad del BID 2018), e informalidad el 81.1%, el más alto en América latina.

Según la CAF (2017), Bolivia Jamaica y Paraguay no solicitaron ningún registro de patentes de innovación tecnológica en USA. En Desarrollo Humano, según el índice de Desarrollo Humano del Banco Mundial (2019), nuestro país ocupa el último lugar de Sud América.

A las cifras comparativas internacionalmente, las cifras internas nos señalan que el trabajo informal en Bolivia, es el más alto del mundo entre 150 países, con el 62.3 % de la población económicamente activa, seguidos por Zimbabue que alcanza a 60.6%, debido al débil estado de derecho. La deuda externa desembolsada alcanza a más de $us10.000 millones.

Según el economista Gonzalo Chávez, la recesión este año alcanzará al 6.2% del PIB, el déficit fiscal al 12% del PIB, la deuda externa está en el 28%; las reservas internacionales que alcanzaron su nivel máximo en 2015 de 15.123 millones de Sus, han disminuido a alrededor de 6.429 MM de Sus., (2019). La subvención a los hidrocarburos alcanzó a 3.330 millones de bolivianos (2018).

De acuerdo a las cifras dadas por CEPAL, para este año la economía de la región se contraerá en 9.1%; los ingresos per cápita retornarán aniveles de 2010; el desempleo llegará a 13.5 %; la pobreza al 37.3 %.

De las cifras que hemos anotado inferimos que la realidad de nuestra situación es alarmante, ya desde 2014 debido a la baja de los precios internacionales de hidrocarburos, nuestra economía fue decreciendo, pues hemos tenido menos ingresos, lo que ha determinado los déficits en la balanza comercial, en la balanza de pagos y otras variables, pero el gobierno del MAS, persistió en el elevado gasto corriente, inversiones públicas de dudosa rentabilidad y otras políticas como la de basar el decurso económico en la demanda interna, de tal manera que nos henos convertido en una sociedad de “mercaderes” y no de productores, pues el mercado está abarrotado de mercancías extranjeras debido al bajo costo del dólar americano.

El gobierno que en días más volverá al poder político del Estado, se benefició de los altos precios de los “commodities” o materias primas que los pasados dos lustros alcanzaron precios altísimos, ahora tendrá que encarar una situación de recesión y pobreza, y para encarar este cuadro tendrá que dejar de lado las subvenciones al valor del dólar, de la gasolina, al excesivo gasto corriente para lo que deberá despedir a buen número de empleados públicos; olvidar el despilfarro, dejar de lado las inversiones públicas en obras “elefantiasticas” (bulo bulo etc.), y entrar en una economía de austeridad e inteligente gestión, o en contrario retornaremos a las épocas de la UDP.

*El autor es Abogado, Politólogo y escritor.

https://www.eldiario.net/noticias/2020/2020_11/nt201102/opinion.php?n=38&-la-situacion-real-del-pais

Abecor Oct/28/2020

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