Subempleo – Underemployment

The underemployment shoots up to 17% and affects 597 thousand people in the country

People who are underemployed do not contribute to the AFPs, do not have a permanent job with a contract and do not receive social benefits. Until the third quarter, the unemployment rate reached 10.76%, according to the INE.

La subocupación se dispara hasta 17% y afecta a 597 mil personas en el país

Las personas que están subocupadas no cotizan a las AFP, no tienen empleo fijo con contrato y no perciben beneficios sociales. Hasta el tercer trimestre la tasa de desocupación llegó a 10,76%, según el INE.

Unemployment caused by the economic slowdown before the pandemic and the impact of the health crisis are not the only problem facing the Bolivian economy, but also underemployment, which in the third quarter shot up to almost 17% of the economically active population (PEA).

Data from the National Statistics Institute (INE) in the third quarter reveal that this phenomenon affects 16.6% of the population, but in the case of women this indicator is higher and reaches 20% and in men 14%. The PEA reaches 3.6 million people in the country, so more than 597 thousand people are currently underemployed (16.6%).

It is the highest rate since the last quarter of 2015, when it reached 7.25%. Subsequently, in 2018 the rate was 4.5% and 5.12% in 2019.

Under occupation or underemployment is a type of work in which the employee does not have a fixed contract, nor does he receive benefits, insurance, contributions to the AFPs or extra remuneration, such as the bonus or settlements in case of unemployment.

The economist Efraín Huanca explained that this situation arises because even though real wages fall, people still want to work, but cannot find sources of employment. Then, the population seeks to generate its own sources of employment and income. He goes out to the streets and does what he can.

For the INE, if a person works eight hours or more it is a busy person and if a person uses one or two hours in a day it should also be considered as a busy person.

Underemployment is a structural phenomenon present in the country and that is aggravated by the pandemic because there are no sources of formal employment in the country.

This problem mainly affects the population of women who, for example, to make a living are engaged in washing clothes or any trade.

“It is something structural, there is no generation of a formal source of employment, the country’s productive capacity is incipient, there is no industrialization process that can absorb labor and that is why informality is generated. The country has always been, since the republican era, an exporter of raw materials,” stressed Huanca.

The researcher at the Center for Studies for Labor and Agrarian Development (Cedla) Bruno Rojas pointed out that underemployment is a phenomenon in which many people, not finding a source of income, look for any option and work in jobs for a few hours, the weekdays, such as delivery, in transport, that is, activities that do not generate labor rights, insurance, retirement and social security.

The pandemic has left a multidimensional crisis and one of them has to do with employment. “The jobs that were generated before the pandemic, particularly in the last five years, were precarious and what the pandemic does is deepen this crisis, we are talking about nine out of 10 employed people have precarious jobs, with incomes that do not cover a basket and without social security,” he specified.

Before the pandemic, the labor market showed a higher concentration in the informal sector, for example, in 2017 eight out of 10 jobs in urban areas were in this group. “With the crisis derived from the pandemic, it can easily be deduced that the informal sector increased due to massive layoffs, job inactivity,” the researcher warned.

Open unemployment

INE data reveal that in the third quarter of 2019 the unemployment or jobless rate was 4.83%, but it was an indicator on the rise since 2015 (see graph). In the first quarter of this year the rate increased to 5.84%, in the second quarter to 8.36% and in the third quarter to 10.76%. “What this rate does not show is the situation of youth and female unemployment, the illustrated unemployment that affects people with a higher education level and the unemployment of the poorest quintile in urban areas that before the pandemic were already the hardest hit,” Rojas stated.

In the peak month of the crisis, which was July, the unemployment rate reached 11.8%.

Until that month, the total unemployed and inactive population affected by the quarantine was 698 thousand people, of which 53.3% are women and 46.7% men. According to age group, the 18 to 23 year-old unemployed affected totaled 41,000 people and the inactive affected 98,000 people.

El desempleo provocado por la desaceleración económica antes de la pandemia y el impacto  de la  crisis sanitaria no son el único problema que enfrenta la economía boliviana, sino también la subocupación que al tercer trimestre se disparó hasta llegar a casi un 17% de la población económicamente activa (PEA).

Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) al tercer trimestre revelan que este fenómeno afecta a 16,6% de la población, pero en el caso de las mujeres este indicador es superior y llega al 20% y en los varones a 14%. La PEA llega a 3,6 millones de personas en el país, por lo que más de 597 mil personas actualmente están subocupadas (16,6%).

Es la tasa más alta desde el último trimestre de 2015, cuando se alcanzó 7,25%. Posteriormente, en 2018 la tasa fue de 4,5% y de 5,12% en 2019.

La subocupación o subempleo es una modalidad de trabajo en la cual el empleado no cuenta con un contrato fijo, ni percibe beneficios, un seguro, aportes a las AFP o remuneraciones extras, como el aguinaldo o liquidaciones en caso de cesantía.

El economista Efraín Huanca explicó que esta situación se presenta porque a pesar de que bajen los salarios reales, la gente aún quiere trabajar, pero no encuentra fuentes de empleo. Entonces, la población busca generar sus propias fuentes de ocupación e ingreso. Sale a las calles y se ocupa en lo que puede.

Para el INE, si una persona trabaja ocho horas o más es un ocupado y si una persona se emplea una o dos horas en un día también se la debe considerar como una persona ocupada.

El subempleo es un fenómeno estructural presente en el país y que se agrava con la pandemia porque no hay fuentes de ocupación formal en el país.

Este problema afecta sobre todo a la población de mujeres que, por ejemplo, para tener un sustento se dedican a lavar ropa o a cualquier oficio.

“Es algo estructural, no hay generación de fuente de empleo formales, la capacidad productiva del país es incipiente, no hay un proceso de industrialización que pueda absorber la mano de obra y por eso se genera informalidad. El país siempre ha sido, desde la época republicana, un exportador de materias primas”, subrayó Huanca.

El investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) Bruno Rojas señaló que el subempleo es un fenómeno en el que mucha gente al no conseguir una fuente de ingreso, busca cualquier opción y trabaja en empleos de algunas horas, los fines de semana, como delivery, en el transporte, es decir actividades que no generan derechos laborales, seguro, jubilación y seguridad social.

La pandemia ha dejado una crisis multidimensional y una de ellas tiene que ver con el empleo. “Los empleos que se generaban antes de la pandemia, particularmente en los últimos cinco años, eran precarios y la pandemia lo que hace es ahondar esta crisis, estamos hablando que nueve de cada 10 ocupados tiene empleos precarios, con ingresos que no cubren una canasta y sin seguridad social”, precisó.

Antes de la pandemia el mercado laboral mostraba una mayor concentración en sector informal, por ejemplo, en 2017 ocho de cada 10 empleos en el ámbito urbano estaba en este grupo. “Con la crisis derivada de la pandemia, fácilmente se puede deducir que el sector informal aumentó ante los despidos masivos, la inactividad laboral”, advirtió el investigador.

Desempleo abierto 

Los datos del INE revelan que al tercer trimestre de 2019 la tasa de desempleo o de desocupación estaba en 4,83%, pero era un indicador en alza desde 2015 (ver gráfica). En el primer trimestre de este año la tasa se incrementa a 5,84%, en el segundo trimestre a 8,36% y en el tercer trimestre a 10,76%. “Lo que no muestra esta tasa es la  situación  de desempleo juvenil, femenino, el desempleo ilustrado que afecta a la gente con mayor nivel educativo  y el   desempleo de quintil más pobre de ámbitos urbano que antes de la pandemia ya eran los más golpeados”, manifestó Rojas.

En el mes pico de la crisis, que fue julio, la tasa de desempleo llega al 11,8%. 

Hasta ese mes el total de la población cesante e inactiva afectada por la cuarentena fue de  698 mil personas, de los cuales el 53,3% son mujeres y 46,7% hombres. Según grupo de edad, las personas de 18 a 23 años cesantes afectados sumaron  41.000 personas e inactivos afectados 98.000 personas.

In August, the unemployment rate fell to 10.6% and the jobless and inactive population affected by the quarantine reached 526 thousand people, of which 64.3% are women and 35.7% men.

It is striking, according to Rojas, that in August the people affected by the crisis in the range of 18 to 23 years of age reached 53,000 unemployed and 60,000 inactive. “In other words, at the youth level there is an increase in the number of unemployed, despite the reactivation of some activities, which has not been enough to recover the jobs that were lost in the crisis,” she said.

The most affected sectors were manufacturing, construction, services and tourism.

En agosto, la tasa de desocupación bajó a 10,6% y la población cesante e inactiva afectada por la cuarentena llegó a 526 mil personas, de las cuales 64,3% es mujer y 35,7% hombre.

Llama la atención, de acuerdo con Rojas, que en agosto las personas afectadas por la crisis en el rango de 18 a 23 años de edad llegan a 53.000 cesantes y 60.000 inactivos. “Es decir que a nivel juvenil hay un incremento de desempleados, pese a la reactivación de algunas actividades, que no ha sido suficiente como para recuperar los empleos que se perdieron con la crisis”, dijo.

Los sectores más afectados fueron la manufactura, construcción, servicios y turismo.