A note registered in the editorial page of EL DIARIO in the edition of Sunday, March 7, made it known that in the highlands and valleys of La Paz and other departments, 500 thousand hectares of top-quality land, which were cultivated by peasants, were abandoned. who have now abandoned them and migrated to the cities. This version reveals that this phenomenon in national agriculture is extremely serious for the national economy.

The information implies the abandonment of agricultural work by a large number of families who left the land and have stopped producing food for the cities. It is added that, for this reason, the government is forced to import food, and smuggling has increased, etc.

Regarding this fact, there are other notable aspects, such as that the agrarian reform of 1953 was aimed at establishing the peasants in the work of the land, but now it turns out that they are fleeing the land, to the extent that the rural population has dropped. 70 to 30 percent in the region. On the other hand, some peasants have moved to the Yungas to grow coca or have gone abroad.

It is also pointed out that while in the East the land area dedicated to agricultural activity went from 50 thousand to 2 million hectares and an attempt is being made to open up to cultivation in two million more hectares, in the upper region of the country, the area of ​​land cultivated has been reduced by about 70 percent.

These data are astonishing, but the most remarkable thing is that during the past fourteen years, this indigenous problem must have been solved by the government considered indigenous. Furthermore, the current agrarian authorities of the State show indifference, instead of seeking solutions and addressing this burning problem with priority.

Una nota registrada en la página editorial de EL DIARIO en la edición de domingo 7 de marzo, hizo conocer que en el altiplano y valles de La Paz y otros departamentos, fueron abandonadas 500 mil hectáreas de tierras de primera calidad, que eran cultivadas por campesinos que ahora las han abandonado y han migrado a las ciudades. Esa versión revela que ese fenómeno en la agricultura nacional es de extrema gravedad para la economía nacional.

La información implica el abandono de las labores agrícolas por parte de gran cantidad de familias que dejaron la tierra y han dejado de producir alimentos para las ciudades. Se agrega que, por ese motivo, el gobierno se ve obligado a hacer importaciones de alimentos, y ha crecido el contrabando, etc.

Con respecto a ese hecho, existen otros aspectos notables, como que la reforma agraria de 1953 estaba dirigida a arraigar a los campesinos en el trabajo de la tierra, pero ahora resulta que ellos huyen de la tierra, al extremo que la población rural ha bajado del 70 al 30 por ciento en la región. Por otro lado, algunos campesinos se han trasladado a Yungas para cultivar coca o se fueron al exterior.

También se señala que mientras en el oriente la superficie de tierra dedicada a la actividad agropecuaria pasó de 50 mil a 2 millones de hectáreas y se intenta abrir al cultivo en dos millones más de hectáreas, en la región alta del país, el área de tierra cultivada se ha reducido en alrededor del 70 por ciento.

Esos datos son asombrosos, pero lo más notable es que durante los catorce años pasados, ese problema indígena debió haber sido resuelto por el gobierno considerado indígena. Más aún, las actuales autoridades agrarias del Estado muestran indiferencia, en vez de buscar soluciones y atender ese candente problema con prioridad.