Editorial, El Diario:
Risks of Defending the Environment
One of the most severe issues of the past year is the recurrence of forest fires that once again destroyed millions of hectares, particularly in national parks located in departments such as Santa Cruz, Cochabamba, Tarija, and La Paz. The perpetrators of this environmental catastrophe are varied, ranging from the so-called interculturales, who, being aligned with masismo, appear to believe they have a green light to encroach on lands, including entering natural reserves to begin planting surplus coca. Irregular miners also invade natural reserves to extract gold from rivers, polluting the waters with mercury, while others seek to expand agricultural boundaries.
Despite national parks being under state protection, deforestation and burning persist because predators exploit regulations that are prone to manipulation. Whereas in the past, a property title was required, today a sworn statement suffices, and the process is easier when it involves an intercultural community. Studies indicate that over a thousand such communities exist in Santa Cruz, benefiting from millions of hectares of public lands, despite many not actually residing in these areas.
The core issue lies in the established obligations of the Economic Social Function (FES) for private lands and the Social Function (FS) for communities. This has led to land invaders targeting estates that allegedly fail to meet the FES requirement. Priority is given to intercultural communities to “legalize” their presence on invaded lands. However, settlers destroy forests to clear land and claim ownership rights, consequently assigning higher value to deforested land than to valuable forests.
Worse still, recommendations from environmental organizations to protect natural reserves are ignored by national authorities. Furthermore, park rangers face threats from environmental predators. Notably, a cooperative miner filed a lawsuit against two rangers from Madidi National Park, accusing them of “violating his dignity and image” after they reported a caravan of vehicles from his mining cooperative entering the protected area without authorization, allegedly for illegal mining activities.
According to the national press, on December 30, 2024, the National Service of Protected Areas (Sernap) dismissed Marcos Uzquiano, Head of Protection of the Beni Biological Station Biosphere Reserve, and Guido García, Director of the Kaa Iya del Gran Chaco National Park and Integrated Management Natural Area (ANMI). Uzquiano was recognized for his fight against illegal mining and his defense of Madidi National Park, while García dedicated his efforts to protecting Kaa Iya Park.
As evident, those who defend the environment risk being sued or dismissed, underscoring that only a new government can correct these glaring failures.
Editorial, El Diario:
Riesgos por defender el medio ambiente
Uno de los problemas más graves del pasado año es el de los incendios forestales que, nuevamente, destruyeron millones de hectáreas, particularmente en parques nacionales, ubicados en departamentos como Santa Cruz, Cochabamba, Tarija y La Paz. Los autores de esa catástrofe ambiental son varios, desde los llamados interculturales, que al ser afines al masismo, parece que piensan que tienen aval para avasallar tierras e inclusive ingresar a reservas naturales para iniciar cultivos de coca excedentaria. También mineros irregulares entran a reservorios naturales para extraer oro de sus ríos, contaminando esas aguas con mercurio, mientras otros tratan de ampliar la frontera agrícola, etc.
Pese a que los parques nacionales deben tener la protección del Estado, los desmontes y quemas continúan porque los depredadores encuentran una normativa susceptible a manipulación. Si en el pasado se exigía el título de propiedad, hoy se pide declaración jurada y el trámite se facilita cuando se trata de una comunidad intercultural. Según estudios, más de mil ellas están en Santa Cruz, beneficiadas con millones de hectáreas de tierras fiscales, a pesar de que muchas de estas comunidades no viven allí.
El meollo del asunto es que se ha establecido la obligación de la Función Económica Social (FES) para los terrenos privados y la Función Social (FS) para las comunidades. Por ello, en el primer caso, aparecen avasalladores de tierras en haciendas que supuestamente no cumplen con el FES. Y se da preferencia a comunidades interculturales para que “legalicen” su presencia en terrenos invadidos. Pero los colonizadores destruyen bosques para allanar terrenos y reclamar derecho propietario. En consecuencia, se da mayor valor a tierras sin vegetación que a bosques valiosos.
Lo peor es que las recomendaciones de entidades ambientalistas para proteger reservas naturales no son tomadas en cuenta por las autoridades nacionales. Además, guardaparques son amenazados por los depredadores. Recordemos que un cooperativista minero inició un juicio contra dos guardaparques del parque Madidi “por atentar contra su dignidad y su imagen”, al informar que una caravana de motorizados de su cooperativa minera ingresó al área protegida sin autorización, supuestamente para actividades mineras ilegales.
Y según la prensa nacional, el 30 de diciembre de 2024, el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) despidió a Marcos Uzquiano, Jefe de Protección de la Reserva de la Biósfera Estación Biológica del Beni, y Guido García, Director del Parque Nacional y ANMI Kaa Iya del Gran Chaco. De Uzquiano se destaca su lucha contra la minería ilegal y su defensa del Parque Nacional Madidi. Y García se ha dedicado a proteger el Parque Kaa Iya.
Como se advierte, se arriesgan a ser enjuiciados o despedidos quienes defienden el medio ambiente, por lo que solo un nuevo gobierno podrá corregir tan tremendas fallas.
https://www.eldiario.net/portal/2025/01/03/riesgos-por-defender-el-medio-ambiente/
