El sector laboral informal creció desproporcionadamente desde 2006, el gobierno masista logró duplicar el número de los funcionarios públicos, cómo una forma de retribuir a sus cohortes de grupos de choque, fáciles de desplegar en las calles, cada vez que el gobierno así lo requería, con el fin de mostrar fuerza cuando la oposición cuestionó algunas de sus acciones populistas.
Más del 80% de la población económicamente activa está en el sector informal. Las calles en las ciudades se llenan de vendedores ambulantes y el descalabro económico en la sociedad boliviana está comenzando a pasar factura. Algo se debe hacer, y ¡rapido!
Una evaluación inicial de la situación de trabajo informal en Bolivia es la siguiente:
- Alta tasa de informalidad: Bolivia tiene un mercado laboral informal significativo, con una gran parte de la población empleada en trabajos informales. Esto incluye a trabajadores que operan en el sector informal, como vendedores ambulantes, agricultores de pequeña escala y trabajadores por cuenta propia sin contratos formales ni beneficios de seguridad social.
- Limitada seguridad laboral: Los trabajadores informales en Bolivia a menudo enfrentan condiciones de trabajo precarias y carecen de seguridad laboral. Son más vulnerables a los golpes económicos, ya que es posible que no tengan acceso a protecciones sociales, como prestaciones por desempleo o seguro de salud.
- Baja productividad: El sector informal en Bolivia a menudo se caracteriza por bajos niveles de productividad. El acceso limitado a recursos, tecnología y oportunidades de capacitación obstaculiza el desarrollo de habilidades e innovación entre los trabajadores informales, lo que puede afectar la productividad general y el crecimiento económico.
- Pobreza e desigualdad: El alto nivel de informalidad está estrechamente vinculado a la pobreza y la desigualdad de ingresos en Bolivia. Los trabajadores informales generalmente tienen salarios más bajos y un acceso limitado a servicios sociales, lo que perpetúa la pobreza y contribuye a las disparidades socioeconómicas dentro del país.
- Desafíos regulatorios: El mercado laboral informal en Bolivia enfrenta desafíos regulatorios, que incluyen la falta de marcos legales adecuados y mecanismos de cumplimiento. Esto dificulta la regulación y formalización del empleo informal, obstaculizando los esfuerzos para mejorar las condiciones laborales y brindar protección social.
Para abordar estos problemas, es crucial que Bolivia implemente políticas y estrategias que promuevan la formalización, mejoren el acceso a la educación y capacitación, aumenten la productividad en el sector informal y brinden redes de seguridad social para los trabajadores informales. Además, fomentar un entorno propicio para el emprendimiento y apoyar el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas puede crear más oportunidades de empleo formal y reducir la dependencia del trabajo informal.
Algunas soluciones posibles para abordar la situación en Bolivia:
- Fomentar la formalización: Implementar políticas que faciliten la transición de los trabajadores informales al sector formal, brindando incentivos fiscales, simplificando los trámites administrativos y reduciendo los costos asociados a la formalización.
- Promover la educación y capacitación: Mejorar el acceso a la educación y programas de capacitación que desarrollen habilidades relevantes para el mercado laboral, permitiendo a los trabajadores informales adquirir conocimientos técnicos y competencias necesarias para empleos formales y de mayor calidad.
- Facilitar el acceso a servicios financieros: Promover el acceso a servicios bancarios y financieros para los trabajadores informales, facilitando el acceso a créditos y herramientas financieras que les permitan invertir en sus negocios y mejorar su productividad.
- Fortalecer la protección social: Implementar sistemas de seguridad social inclusivos que brinden cobertura a los trabajadores informales, incluyendo seguros de salud, pensiones y prestaciones por desempleo, para garantizar su bienestar y protección ante situaciones adversas.
- Fomentar el emprendimiento: Apoyar el espíritu emprendedor brindando asesoramiento, capacitación y acceso a financiamiento a los trabajadores informales que deseen establecer y hacer crecer sus propios negocios, generando empleo formal y contribuyendo al desarrollo económico local.
- Mejorar la regulación y fiscalización: Fortalecer los mecanismos de supervisión y cumplimiento de la normativa laboral y tributaria en el sector informal, asegurando un entorno equitativo y competitivo para los trabajadores formales y promoviendo una cultura de cumplimiento.
Estas soluciones requieren la colaboración y coordinación de los actores clave, como el gobierno, los empresarios, los trabajadores y la sociedad civil, para lograr un impacto sostenible en la reducción de la informalidad laboral y mejorar las condiciones de trabajo en Bolivia.
Sin embargo, seamos realistas, el gobierno masista no cambiará el modelo que sigue de los gobiernos de Cuba y Venezuela. Simplemente no lo harán, sin embargo necesitamos pensar y discutir alternativas para salvar nuestro destino. Hicimos huir al caudillo cocalero luego de que pretendiera promover su fraude electoral, allá por el 2019.
Si bien lo hacemos este año o el próximo, también podríamos esperar las elecciones presidenciales y un nuevo gobierno en 2025. Lo que sí está claro es que debemos revertir el 80% de la fuerza laboral para que esté en el sector productivo formal, no en el informal y por supuesto que no bajo la engorrosa burocracia que exige la oclocracia actual.
En el contexto de un gobierno populista demagógico, se vuelve aún más crucial asegurar la efectividad de las soluciones propuestas para abordar el mercado laboral informal en Bolivia:
- Promover políticas inclusivas: Abogar por políticas que prioricen el bienestar y los derechos de todos los trabajadores, independientemente de su estatus informal, garantizando un trato justo y equitativo para todos.
- Mejorar la transparencia y la rendición de cuentas: Exigir transparencia en las acciones y políticas gubernamentales relacionadas con el trabajo y la informalidad, responsabilizando al gobierno por abordar las necesidades de los trabajadores informales y prevenir la explotación.
- Fortalecer la sociedad civil y la defensa de derechos: Empoderar a las organizaciones de la sociedad civil y los grupos de defensa para que participen activamente en la sensibilización, la defensa de los derechos de los trabajadores informales y la exigencia de responsabilidad al gobierno por sus acciones.
- Fomentar el diálogo y la colaboración: Promover un diálogo abierto y constructivo entre el gobierno, los empleadores, los trabajadores y las organizaciones de la sociedad civil para encontrar puntos en común y desarrollar estrategias efectivas para abordar la informalidad, teniendo en cuenta los desafíos únicos que plantea el actual entorno político.
- Apoyo y presión internacional: Buscar apoyo internacional y ejercer presión externa para alentar al gobierno a priorizar los derechos y el bienestar de los trabajadores informales, enfatizando la importancia de un desarrollo económico inclusivo y sostenible.
Al enfatizar los principios de transparencia, rendición de cuentas, diálogo y compromiso internacional, es posible navegar los desafíos que plantea un gobierno populista demagógico y trabajar hacia soluciones efectivas para abordar el mercado laboral informal en Bolivia.
Resumen:
El mercado laboral informal en Bolivia enfrenta importantes desafíos agravados por un gobierno populista y poco confiable. Las políticas y acciones del gobierno pueden obstaculizar los esfuerzos de formalización y descuidar los derechos y el bienestar de los trabajadores informales. Esta gobernanza poco confiable agrega otra capa de complejidad a las dinámicas laborales ya desafiantes en el país.
Abordar estos problemas requiere un enfoque integral que vaya más allá de las medidas económicas. Implica fortalecer las instituciones democráticas, promover la transparencia y garantizar el estado de derecho. Los esfuerzos de colaboración entre el gobierno, los empleadores, los trabajadores y la sociedad civil son esenciales para crear un entorno propicio que proteja los derechos de los trabajadores informales y fomente un mercado laboral más estable e inclusivo.
A pesar de los desafíos planteados por un gobierno poco confiable, Bolivia puede trabajar para mejorar las condiciones del mercado laboral informal al priorizar una buena gobernanza, implementar políticas efectivas y participar en el diálogo y la colaboración con todas las partes interesadas relevantes.
The informal labor sector grew disproportionately since 2006, the MAS government managed to double the number of public officials, as a way of remunerating its cohorts of shock groups, easy to deploy on the streets, whenever the government required it, in order to show strength when the opposition questioned some of its populist actions.
More than 80% of the economically active population is in the informal sector. The streets in the cities are filled with street vendors and the economic disaster in Bolivian society is beginning to take its toll. Something must be done, and fast!
An initial assessment of the informal labor situation in Bolivia is as follows:
- High Informality Rate: Bolivia has a significant informal labor market, with a large portion of the population engaged in informal employment. This includes workers who operate in the informal sector, such as street vendors, small-scale farmers, and self-employed individuals without formal contracts or social security benefits.
- Limited Job Security: Informal workers in Bolivia often face precarious working conditions and lack job security. They are more vulnerable to economic shocks, as they may not have access to social protections, such as unemployment benefits or health insurance.
- Low Productivity: The informal sector in Bolivia is often characterized by low productivity levels. Limited access to resources, technology, and training opportunities hinders the development of skills and innovation among informal workers, which can impact overall productivity and economic growth.
- Poverty and Inequality: The high level of informality is closely linked to poverty and income inequality in Bolivia. Informal workers generally have lower wages and limited access to social services, which perpetuates poverty and contributes to socio-economic disparities within the country.
- Regulatory Challenges: The informal labor market in Bolivia faces regulatory challenges, including a lack of adequate legal frameworks and enforcement mechanisms. This makes it difficult to regulate and formalize informal employment, hindering efforts to improve working conditions and provide social protections.
To address these issues, it is crucial for Bolivia to implement policies and strategies that promote formalization, improve access to education and training, enhance productivity in the informal sector, and provide social safety nets for informal workers. Additionally, fostering an environment conducive to entrepreneurship and supporting the growth of small and medium-sized enterprises can create more formal job opportunities and reduce the reliance on informal labor.
Some possible solutions to address the situation in Bolivia:
- Promote formalization: Implement policies that facilitate the transition of informal workers to the formal sector, providing tax incentives, simplifying administrative procedures, and reducing the costs associated with formalization.
- Foster education and training: Improve access to education and training programs that develop skills relevant to the labor market, enabling informal workers to acquire technical knowledge and competencies needed for formal and higher-quality jobs.
- Facilitate access to financial services: Promote access to banking and financial services for informal workers, facilitating access to credit and financial tools that allow them to invest in their businesses and improve their productivity.
- Strengthen social protection: Implement inclusive social security systems that provide coverage for informal workers, including health insurance, pensions, and unemployment benefits, to ensure their well-being and protection in adverse situations.
- Foster entrepreneurship: Support entrepreneurship by providing guidance, training, and access to financing for informal workers who wish to establish and grow their own businesses, generating formal employment and contributing to local economic development.
- Improve regulation and enforcement: Strengthen mechanisms for supervision and enforcement of labor and tax regulations in the informal sector, ensuring a level playing field for formal workers and promoting a culture of compliance.
These solutions require collaboration and coordination among key stakeholders, such as the government, employers, workers, and civil society, to achieve sustainable impact in reducing labor informality and improving working conditions in Bolivia.
However, let’s be realistic, the masista government will not change the model it follows from the Cuban and Venezuelan governments. They simply will not, nevertheless we need to think and discuss alternatives to save our destiny. We made the coca grower caudillo run away after he intented to promote his electoral fraud, back in 2019.
Whereas we do such thing this or next year, we could also wait for the presidential elections and a new government in 2025. What is clear is that we must revert the 80% labor force to be in the formal productive sector, not the informal and of course not under the cumbersome bureaucracy that current ochlocracy demands.
In the context of a populist demagogue government, it becomes even more crucial to ensure the effectiveness of the proposed solutions to address the informal labor market in Bolivia:
- Promote inclusive policies: Advocate for policies that prioritize the well-being and rights of all workers, regardless of their informal status, ensuring fair and equitable treatment for all.
- Enhance transparency and accountability: Demand transparency in government actions and policies related to labor and informality, holding the government accountable for addressing the needs of informal workers and preventing exploitation.
- Strengthen civil society and advocacy: Empower civil society organizations and advocacy groups to actively engage in raising awareness, advocating for the rights of informal workers, and holding the government accountable for its actions.
- Foster dialogue and collaboration: Encourage open and constructive dialogue between the government, employers, workers, and civil society organizations to find common ground and develop effective strategies to address informality while considering the unique challenges posed by the current political environment.
- International support and pressure: Seek international support and leverage external pressure to encourage the government to prioritize the rights and well-being of informal workers, emphasizing the importance of inclusive and sustainable economic development.
By emphasizing the principles of transparency, accountability, dialogue, and international engagement, it is possible to navigate the challenges posed by a populist demagogue government and work towards effective solutions to address the informal labor market in Bolivia.
Summary:
Bolivia’s informal labor market faces significant challenges exacerbated by an unreliable and populist demagogue government. The government’s policies and actions can hinder formalization efforts and neglect the rights and well-being of informal workers. This unreliable governance adds another layer of complexity to the already challenging labor market dynamics in the country.
Addressing these issues requires a comprehensive approach that goes beyond economic measures. It involves strengthening democratic institutions, promoting transparency, and ensuring the rule of law. Collaborative efforts between the government, employers, workers, and civil society are essential to create an enabling environment that protects the rights of informal workers and fosters a more stable and inclusive labor market.
Despite the challenges posed by an unreliable government, Bolivia can work towards improving the conditions of the informal labor market by prioritizing good governance, implementing effective policies, and engaging in dialogue and collaboration with all relevant stakeholders.

