Galloping corruption – Corrupción galopante

Editorial, El Deber:

Your corrupt, my corrupt, our corrupt

When talking about corruption, one of the first reactions in the political system is to look at the front side to point the finger, hold those on the opposite side responsible, and come out in defense of their own, as if corruption within the own home was not as serious as that committed in someone else’s home.

Corruption is corruption in any party, government, region or ideological trend. From a legal and moral point of view, there is no difference in cases of corruption depending on who commits it; stealing public money is from thieves, whether they are from the left or right, from the highlands or the plains, whether they are from a central government or a local government.

Corruption is an endemic evil in Bolivia, to the point that access to public service is socially perceived as an opportunity to steal, as the fastest way to get rich; and the bigger the position you run for in elections, the bigger the loot.

Although the matter never leaves the news agenda, which speaks very badly of the country because it means that corruption is also permanent, in these days it has returned to occupy spaces in the media after complaints of the existence of items ghosts in the Mayor’s Office of Santa Cruz during the administration of Percy Fernández and Angélica Sosa.

Yesterday it was learned that the Mayor’s Office has initiated 18 criminal proceedings for corruption against former officials, for an economic damage of approximately 300 million Bolivians.

The director of Transparency of the municipality, Adriana Pedraza, made this calculation of the economic damage and identified that the cases occurred in various units of the municipal executive, including Human Resources, Municipal Refrigeration, Administration and Finance, Citizen Security, Municipal Assets, Planning, Emacruz, decentralized companies, Pampa de la Isla Hospital, Botanical Garden and Sub-Mayor’s Office of District 7.

Among those denounced are officials without rank, bosses, directors, municipal secretaries and a former mayor, now in preventive detention in Palmasola. The crimes for which they are accused are robbery, theft, wasteful conduct, improper use of influence, improper use of goods and services, own passive bribery, passive bribery, breach of duties, ideological falsification, concussion, benefits by reason of the position, legitimation of illicit profits and contracts harmful to the state.

All reported cases must be investigated and severely punished, as appropriate in justice, after developing fair, transparent and independent processes, qualities that did not exist in the prosecution of large corruption cases at the national level during the government of Evo Morales that concluded in nothing.

Nobody forgets the corruption of the Indigenous Fund that caused an economic damage to the State of 182.7 million dollars, of public funds that were deposited in private accounts of 968 authorities and leaders of social organizations related to the MAS.

There are also the cases of the CAMC and the businesses of Gabriela Zapata, who was the girlfriend of Evo Morales, the irregular contracts, the purchase of drills and fraudulent awards from YPFB, the payment of 28 million dollars for the Chinese barges that never arrived and so many others.

Corruption is everywhere you see it, and all cases deserve attention. There is no good or bad corruption, the only real difference is that government corruption cases do not advance because those who hold power have justice on their side.

Tus corruptos, mis corruptos, nuestros corruptos

Cuando se habla de corrupción, una de las primeras reacciones en el sistema político es mirar a la vereda del frente para apuntar con el dedo, responsabilizar a los del bando contrario, y salir en defensa de los propios, como si la corrupción dentro de la casa propia no fuera tan grave como la que se comete en casa ajena.

La corrupción es corrupción en cualquier partido, gobierno, región o tendencia ideológica. Desde el punto de vista legal y moral, no existe diferencia de casos de corrupción según sea quien la cometa; robar los dineros públicos es de ladrones, sean estos de izquierda o derecha, del altiplano o los llanos, sean de un gobierno central o de un gobierno local.

La corrupción es un mal endémico en Bolivia, al punto que el acceso a la función pública se percibe socialmente como una oportunidad para robar, como la vía más rápida para enriquecerse; y mientras más grande sea el puesto al que se postule en elecciones, más grande es el botín.

Si bien el asunto nunca sale de la agenda informativa, lo cual habla muy mal del país porque significa que la corrupción además es permanente, en estos días ha vuelto con fuerza a ocupar espacios en los medios de comunicación tras las denuncias de la existencia de ítems fantasmas en la Alcaldía de Santa Cruz durante la administración de Percy Fernández y Angélica Sosa.

Ayer se supo que la Alcaldía ha iniciado 18 procesos penales por corrupción contra exfuncionarios, por un daño económico de aproximadamente 300 millones de bolivianos.

La directora de Transparencia del municipio, Adriana Pedraza, hizo ese cálculo del perjuicio económico e identificó que los casos se produjeron en varias unidades del ejecutivo municipal, entre ellos Recursos Humanos, Frigorífico Municipal, Administración y Finanzas, Seguridad Ciudadana, Bienes Municipales, Planificación, Emacruz, empresas desconcentradas, Hospital Pampa de la Isla, Jardín Botánico y Subalcaldía del distrito 7.

Entre los denunciados hay funcionarios sin rango, jefes, directores, secretarios municipales y una excaldesa, ahora detenida preventivamente en Palmasola.
Los delitos por los que se los acusa son robo, hurto, conducta antieconómica, uso indebido de influencias, uso indebido de bienes y servicios, cohecho pasivo propio, cohecho pasivo, incumplimiento de deberes, falsedad ideológica, concusión, beneficios en razón del cargo, legitimación de ganancias ilícitas y contratos lesivos al estado.

Todos los casos denunciados deben ser investigados y sancionados severamente, como corresponde en justicia, después de desarrollarse procesos justos, transparentes e independientes, cualidades estas que no existieron en el procesamiento de grandes casos de corrupción a nivel nacional durante el gobierno de Evo Morales que concluyeron en nada.

Nadie olvida la corrupción del Fondo Indígena que ocasionó un daño económico al Estado de 182,7 millones de dólares, de fondos públicos que fueron depositados en cuentas particulares de 968 autoridades y dirigentes de organizaciones sociales afines al MAS.

También están los casos de la CAMC y los negocios de Gabriela Zapata, que fue novia de Evo Morales, los contratos irregulares, la compra de taladros y adjudicaciones fraudulentas de YPFB, el pago de 28 millones de dólares por las barcazas chinas que nunca llegaron y tantos otros.

Corrupción hay por donde se vea, y todos los casos merecen atención. No existe corrupción buena o mala, la única diferencia real es que los casos de corrupción del Gobierno no avanzan porque los que detentan el poder tienen a la justicia de su lado.

https://eldeber.com.bo/opinion/tus-corruptos-mis-corruptos-nuestros-corruptos_262247

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