By Fernando Prado, El Deber:
Much has been said about the Cruceño model, and we all agree that today this is a primarily productive model, linked to a liberal business logic, having lost some of its cultural and management characteristics during the neoliberal period, but that is another topic. What we want to scrutinize now is why the MAS model is falling apart, considering that it has governed the entire country for almost 20 years.
The “social community productive economic model with import substitution” of the MAS is actually a centralized and totalitarian statist model in the Stalinist style, in which the Central State, managed by a “nomenclature,” gradually assumes total control of the economy, society, and territory.
The most serious issue is that this centralized state, managed by a corrupt, inept, and racist clique (characteristics widely demonstrated in its history), aims to be the main investor in productive activity, as declared by its spokespeople, having already created more than a hundred companies and promised another hundred for the current year.
It could be just another model to try out, but the problem is that for a series of well-known reasons, we are faced with evidence that they neither have nor will have the capacity or ethics to function as state entrepreneurs.
They have discovered that creating state-owned companies is the best way to get rich quickly, as the industrialization system in their hands allows them to divert state resources first to their personal wealth, then to their criminal group, and lastly, to the party, in that order. They steal during project allocation, they steal in acquisitions, they steal through job distribution to friends, relatives, and party members, and they steal from the funds assigned or better yet, given annually by the State.
The figures are clear: the debts of public companies with the State Bank have already exceeded $6 billion. To give just one detail, Finpro, which lends resources from international reserves, has granted state-owned companies $1.2 billion: $600 million in donations, and another $600 million as a 30-year loan, interest-free, with a five-year grace period. That’s why these companies claim to be fine, as they neither pay nor account for the capital or the investment interest, and ultimately, they can’t even pay their staff, like the lithium company, which requires more than $30 million a year to cover its operating costs while generating only a symbolic few dollars a year.
But we retirees are also financing these bankrupt companies: the State has taken more than $3 billion from the Gestora, resources that have been allocated to deficit-ridden state companies, resources that obviously will never return. It will only take a decree to free them through a “forgiveness.”
In summary, the crux of the model is that of an entrepreneurial and productive State, and as this ruling class does not have the business capabilities required, simply due to this ideological scruple, it is leading the country to imminent bankruptcy.
And it’s not that governments are inherently unviable for management and investment. It is this government, in particular, that does not have the minimum conditions to embark on an “industrialization” process which, we reiterate, is leading us to bankruptcy and is the main factor explaining the disappearance of reserves, the emptying of the Central Bank, the monstrous external and internal debt, and the cherry on top: the disappearance of dollars.
Por Fernando Prado, El Deber:
Se ha hablado mucho del modelo cruceño y todos hemos estado de acuerdo que hoy por hoy ese es un modelo sobre todo productivo, ligado a una lógica empresarial liberal, habiendo perdido algunas de sus características sobre todo culturales y de gestión durante el periodo neoliberal, pero ese es otro tema. Lo que deseamos escudriñar ahora es porqué el modelo del MAS se desmorona, considerando que es el modelo que rige durante casi 20 años en todo el país.
El “modelo económico social comunitario productivo y con sustitución de importaciones” del MAS es en realidad un modelo estatista centralizado y totalitario al estilo estalinista en el que el Estado Central, manejado por una “nomenclatura” paulatinamente va asumiendo el control total de la economía, de la sociedad y del territorio.
Lo más grave es que este Estado centralizado, manejado por una rosca corrupta inepta y racista (características ampliamente demostradas en su historia) pretende ser el principal inversionista en la actividad productiva, tal como lo declaran sus voceros, habiendo ya creado más de cien empresas y ofrecidas otras cien para el presente año.
Sería un modelo más para ensayar, pero el problema es que por una serle de motivos ya conocidos, estamos ante la evidencia de que no tienen ni tendrán ni la capacidad ni la ética para funcionar como empresarios del Estado.
Han descubierto que crear empresas estatales es el mejor camino para el enriquecimiento rápido pues el sistema de industrialización en sus manos les permite desviar recursos del Estado primero hacia sus patrimonios personales, luego hacia su grupo delincuencial y por último, hacia el partido, en ese orden. Se roba en la adjudicación del proyecto, se roba en las adquisiciones, se roba mediante la repartija de pegas a amigos, parientes y partidarios, y se roba durante la gestión los fondos asignados o mejor regalados puntualmente cada año por el Estado.
Las cifras son claras: las deudas de las empresas públicas con el Banco del Estado han superado ya los 6.000 millones de dólares. Para solo dar un detalle, el Finpro que presta recursos de las reservas internacionales ha concedido a las empresas estatales 1.200 millones de dólares: 600 millones de dólares en donación, y otros 600 millones como préstamo a 30 años plazo, sin interés y con cinco años de gracia. Por eso esas empresas dicen estar bien, pues no pagan ni contabilizan el capital ni los intereses de la inversión y por último no logran pagar ni siquiera su personal, como la empresa del Litio, que requiere de más de 30 millones de $us al año para cubrir sus costos de funcionamiento pues apenas genera simbólicamente unos pocos dólares al año.
Pero también nosotros los jubilados estamos financiando a esas empresas en quiebra: el Estado ha sacado más de 3.000 millones de dólares de la Gestora, recursos que ha destinado a las empresas estatales deficitarias, recursos que obviamente no regresaran jamás. Bastará un decreto para liberarlos mediante un “perdonazo”.
En síntesis, el meollo del modelo es el de un Estado empresario y productor, y como esta clase dirigente no tiene las capacidades empresariales que se requieren pues simplemente por este prurito ideológico está llevando al país a la inminente quiebra.
Y no es que los gobiernos por definición sean inviables para hacer gestión e invertir. Es este gobierno, en particular, el que no tiene las mínimas condiciones para embarcarse en un proceso de “industrialización” que, reiteramos, nos está llevando a la quiebra y es el principal factor que explica la desaparición de las Reservas, el vaciamiento del Banco Central, el monstruoso endeudamiento externo e interno y la cereza de la torta: La desaparición de los dólares.
https://eldeber.com.bo/edicion-impresa/modelo-cruceno-y-modelo-del-mas_368040
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