Editorial, El Deber:
The scarcity of dollars, a phenomenon that has intensified in recent months, directly impacts the prices of products and services, fueling inflation and threatening to erode the purchasing power of Bolivian families.
The business sector has been one of the first to feel the effects of the lack of foreign currency. Importers have announced price increases of up to 25%. The reason is simple: the high commissions they paid for transfers abroad in dollars, ranging between 15% and 25%.
Now, with the new measures announced by the Government, an impact is expected, but it is public knowledge that once prices rise, it is difficult for them to fall again. Already in December 2023, inflation closed at 3.12%, reflecting an upward trend.
This scenario is worrisome, as these are essential sectors for the functioning of the economy. Agricultural machinery is vital for food production, construction materials are essential for infrastructure, and medicines are necessary for the population’s health. In addition, transporters have already announced fare adjustments.
The rise in prices will have a domino effect on the rest of the economy. Consumers will pay more for food, transportation, housing, and medicines, reducing their purchasing power and, therefore, their demand for other goods and services.
This vicious circle could lead to an increase in inflation. In December 2023, the annual inflation in Bolivia reached 3.12%, the highest in the last 12 years.
The Bolivian government has taken some measures to try to alleviate the situation, such as freeing up exports and intervening the Banco Unión for the importation of inputs. However, these are actions that still seem insufficient to contain the escalation of the dollar and its negative effects on the economy.
Will the establishment of a commission band in banking for overseas transfers be enough to attract dollars? Will exporters find a competitive price in financial institutions to leave their currencies?
The auction of fuels and free importation are among the best measures announced to gradually decrease fuel subsidies, and positive examples of these actions can be seen nearby: Paraguay.
Therefore, it is necessary for the Government to implement a comprehensive economic policy that addresses the structural causes of the dollar shortage, such as the lack of export diversification and dependence on imports. But also, the reduction of the size of the State to decrease the fiscal deficit in times of lower income from natural gas exports.
This week saw the first steps of a public-private partnership, but progress is needed. Let’s not forget that Bolivia has one of the highest rates of undernourishment – people who cannot acquire enough food to meet their minimum dietary energy needs for at least one year – at 14%, according to the Food and Agriculture Organization of the United Nations (FAO).
Therefore, it is necessary for the Government, the private sector, and civil society to work together to find lasting solutions that protect the purchasing power of Bolivian families and ensure the country’s economic growth.
La escasez de dólares, fenómeno que se ha intensificado en los últimos meses, provoca un impacto directo en los precios de los productos y servicios, alimentando la inflación y amenazando con erosionar el poder adquisitivo de las familias bolivianas.
El sector empresarial ha sido uno de los primeros en sentir los efectos de la falta de divisas. Importadoras han anunciado incrementos en sus precios de hasta un 25%. El motivo es simple: las altas comisiones que pagaron por las transferencias al exterior en dólares, que oscilan entre el 15% y el 25%.
Ahora, con las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno se espera un impacto, pero es de conocimiento público que una vez suben los precios, es difícil que vuelvan a descender. Ya en diciembre de 2023, la inflación cerró en 3,12%, lo que refleja una tendencia alcista.
Este escenario es preocupante, ya que se trata de sectores esenciales para el funcionamiento de la economía. La maquinaria agrícola es vital para la producción de alimentos, los materiales de construcción son imprescindibles para la infraestructura y los medicamentos son necesarios para la salud de la población. Además, los transportistas ya anunciaron el reajuste de tarifas.
El alza en los precios tendrá un efecto dominó en el resto de la economía. Los consumidores pagarán más por los alimentos, el transporte, la vivienda y los fármacos, lo que reducirá su capacidad de compra y, por ende, su demanda de otros bienes y servicios.
Este círculo vicioso podría derivar en un aumento de la inflación. En diciembre de 2023, la inflación anual en Bolivia alcanzó un 3,12%, la más alta en los últimos 12 años.
El Gobierno boliviano ha tomado algunas medidas para intentar aliviar la situación, como la liberación de las exportaciones y la intervención del Banco Unión para la importación de insumos. Sin embargo, se trata de acciones que todavía parecen insuficientes para contener la escalada del dólar y sus efectos negativos en la economía.
La fijación de una banda de comisiones en la banca para giros en el exterior ¿será suficiente para atraer dólares? ¿los exportadores encontrarán un precio competitivo en las entidades financieras para dejar sus divisas?
La subasta de combustibles y la libre importación son de las mejores medidas anunciadas para ir disminuyendo la subvención a los combustibles y ejemplos positivos de estas acciones se pueden ver cerca: Paraguay.
Entonces, es necesario que el Gobierno implemente una política económica integral que aborde las causas estructurales de la escasez de dólares, como la falta de diversificación de las exportaciones y la dependencia de las importaciones. Pero también la reducción del tamaño del Estado para disminuir el déficit fiscal en momentos de menores ingresos por la exportación de gas natural.
Esta semana se dieron los primeros pasos de una alianza público-privada, pero se precisa avanzar. No olvidemos que Bolivia, registra una de las mayores tasas de subalimentación -personas que no pueden adquirir alimentos suficientes para satisfacer las necesidades de energía alimentaria mínimas durante al menos un año- un 14%, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Entonces, es necesario que el Gobierno, el sector privado y la sociedad civil trabajen juntos para encontrar soluciones duraderas que protejan el poder adquisitivo de las familias bolivianas y aseguren el crecimiento económico del país.
https://eldeber.com.bo/edicion-impresa/dolares-y-su-impacto-en-la-inflacion_357490

