Editorial, El Diario:
After nearly 20 years of MAS-led governments, with the interim administration of Jeanine Áñez in between, the general elections next year present an opportunity to correct the enormous mistakes made during this period. As public opinion has repeatedly pointed out, public institutions have been dismantled, particularly when they were taken over as political spoils by MAS to appoint its loyalists.
As a result, disorder reigns in our country today, where a referendum has been disregarded, the Legislative Assembly operates irregularly with disgraceful clashes between Evo supporters and Arce supporters, a judicial election that fails to inspire public trust, an economic crisis, shortages of fuel and dollars, infamous roadblocks that primarily harm the poorest and the productive sector, the extension of magistrates’ terms, and more.
The worst part is that when Evo supporters feel aggrieved by the application of legal proceedings against some of their members, they cry foul, as if they had not governed alongside Arce’s faction for many years. They conveniently forget their joint efforts to carry out fierce persecution against opponents, some of whom remain imprisoned while others live in exile.
It is regrettable that a party like MAS, whose spokespeople unabashedly label it as the “largest,” the “most important in national history,” and so on, has limited itself to making demagogic promises. Their “process of change” saw fleeting success only when state coffers were overflowing with revenues from gas sales and other raw materials during periods of high prices. Without foresight or the capacity to plan for the benefit of all Bolivians, without odious discrimination, the immense economic resources received were squandered and particularly enriched those aligned with the blue party.
Today, in a time of scarcity, with the current government lacking another significant source of income like gas, social discontent is growing. This is exacerbated by official propaganda about measures supposedly aimed at improving the country’s current critical situation, which seem more like temporary fixes. Adding to this negative outlook is the infighting between Evo and Arce factions, leading to proliferating accusations of corruption and various crimes, without thorough investigations to hold those responsible accountable. However, it is hard to believe that firefighters would step on each other’s hoses. The worst part is that this internal party struggle distracts attention from critically important issues like those mentioned above.
Consequently, the new government emerging in 2025 will have much work to do to reorganize the country and set it on the path to genuine development, with solid institutions and efficient personnel, avoiding demagogic and discriminatory policies.
Editorial, El Diario:
Después de casi 20 años de gobiernos masistas, en medio con el gobierno transitorio de Jeanine Añez, con las elecciones generales del próximo año se acerca la oportunidad de corregir los enormes errores cometidos durante ese tiempo. Como la opinión pública ha señalado muchas veces, las instituciones públicas han sido derruidas, particularmente cuando fueron tomadas como botín político por el MAS para colocar en ellas a sus acólitos.
Por ello hoy el desorden campea en nuestro país, donde no se ha respetado un referéndum, la Asamblea Legislativa funciona de manera irregular y con bochornosos enfrentamientos entre evistas y arcistas, una elección de magistrados que no genera confianza en la población, la crisis económica, la escasez de combustibles y dólares, los infames bloqueos de caminos que perjudican principalmente a los más pobres, al sector productivo, el prorroguismo de magistrados, etc.
Lo peor es que cuando los evistas se siente perjudicados por la aplicación de procesos legales contra algunos de sus miembros, se rasgan las vestiduras, como si no hubiesen gobernado junto al sector arcista por muchos años. Ya no recuerdan su participación conjunta para llevar adelante una feroz persecución a opositores, algunos de los cuales permanecen encarcelados y otros en el exilio.
Es lamentable que un partido como el MAS, cuyos voceros sin rubor lo califican como el “más grande”, el “más importante de la historia nacional”, etc., se haya limitado a hacer promesas demagógicas, con un “proceso de cambio” de éxito efímero, solo cuando las arcas del Estado recibían enormes cantidades de dinero por la venta de gas y otras materias primas, en tiempo de buenas cotizaciones. Pero sin sentido de previsión ni capacidad de planificación a favor de todos los bolivianos, sin odiosas discriminaciones, esos ingentes recursos económicos recibidos fueron dilapidados y engordaron particularmente a los afines al partido azul.
Hoy, en época de las vacas flacas, sin que el gobierno de turno tenga a la mano otra fuente de ingresos económicos tan importante como la gasífera, aumenta el malestar social, porque abunda la propaganda oficialista sobre medidas que supuestamente mejorarían la situación crítica actual del país, pero más parecen de efecto temporal. A ese panorama negativo se tiene que añadir la pugna entre evistas y arcistas, por la cual van proliferando las acusaciones de corrupción y varios delitos, sin que se investigue hasta dar con los culpables. Sin embargo, es difícil creer que entre bomberos se van a pisar la manguera. Lo peor es que esa pelea partidaria distrae la atención sobre asuntos de suma importancia, como los mencionados.
En consecuencia, mucho tendrá que hacer el nuevo gobierno que surja en 2025 para reordenar el país y encaminarlo hacia un verdadero desarrollo, con instituciones sólidas y personal eficiente, sin políticas demagógicas y discriminatorias.
https://www.eldiario.net/portal/2024/11/28/es-tarea-urgente-reordenar-el-pais/
