Germán Huanca Luna, Urgente.bo:
We repeat, the Social Community Productive Economic Model of the MAS does not work. The government takes advantage of the ignorance in economic matters of the social organizations and uses political blackmail for the approval of credits. Although the origin of the economic crisis and the lack of dollars has been explained many times, I will explain it again, this time linked to the current behavior of the government in its search for dollars.
Bolivia is in an alley where the only way out is an adjustment in public spending, since the source of dollar generation to maintain international trade is imbalanced. Bolivia has no more resources to continue using the International Reserves as a mechanism to provide liquidity in international trade operations.
Dollars do not travel by plane or by land as former Vice President García Linera and some pro-government economists imagine; instead, they are balanced between what is received from exports and what is sent through imports in the international accounts of commercial banks and the Central Bank, that is, in New York or London. In 2023, Bolivia recorded exports worth 10.911 billion dollars and imports worth 11.496 billion dollars, resulting in a trade deficit of 585 million dollars.
Since 2004, the International Reserves of more than 15.000 billion dollars have been declining until it became critical in 2023 with 1.709 billion dollars; therefore, the only way to bring dollars into the economy and favor international trade was through the trade balance, that is, exports-imports, which unfortunately has also been in deficit since 2020. The direct effect is the absence of dollars in the local economy and even worse, the lack of dollars in Bolivia’s international accounts to face short-term commitments such as the purchase of fuel.
A grandiose agreement has been made with the business sector to solve the availability of dollars. Unfortunately, the focus was off, dollars were withdrawn from the economy and papers (bonds) were distributed, but internally within the economy, when the need for dollars is external, in international accounts. Let us not be surprised if queues for fuel return and pressures for the approval of credits reappear.
The lack of effectiveness of the measures taken by the government will worsen the economic situation, which is why it repeatedly resorts to international credits to use those dollars and introduce them into the country’s international accounts. In this context, it resorts cunningly and dangerously to the offer of new megaprojects with the approval of international organizations, which, like any bank, fulfill their role as lenders, with the support of social organizations, departmental, regional, and municipal authorities.
The announcements of new megaprojects such as the expansion to 8 lanes of the La Paz-Oruro highway, Senkata-Apacheta section, North Beltway in Yapacaní, biofuel plants, and the announcement of more public companies, are now nothing more than a mechanism for dollar hunting.
Finally, the need for dollars has the face of heresy, it has now disguised itself as works, a mechanism to which the population will hardly say no, easily used to blackmail opposition deputies and senators and their approval in the Plurinational Assembly to maintain economic stability for a few months, at the cost of increased indebtedness and above all the crumbling of the structural bases that sustain the economy.
(*) Economist
Lo repetimos, el modelo Económico Social Comunitario Productivo del MAS no funciona. El gobierno se aprovecha de la ignorancia en temas económicos de las organizaciones sociales y usa el chantaje político para la aprobación de créditos. Aunque ya se ha explicado muchas veces el origen de la crisis económica y la falta de dólares, vuelvo a explicarlo, esta vez ligado al actual comportamiento del gobierno en su búsqueda de dólares.
Bolivia se encuentra en un callejón cuya única salida es un ajuste en el gasto público, toda vez que la fuente de generación de dólares para mantener el comercio internacional está en desbalance. Bolivia no tiene más recursos para seguir utilizando las Reservas Internacionales como mecanismo para dar liquidez en las operaciones comerciales internacionales.
Los dólares no viajan en avión, ni por tierra como veo que se imaginan el exvicepresidente García Linera y algunos economistas pro gobierno; sino, se compensan entre lo que se recibe por exportaciones y lo que se envía por importaciones en las cuentas internacionales de los bancos comerciales y el Banco Central, esto es, en Nueva York o Londres. El año 2023 Bolivia registró exportaciones por un valor de 10.911 millones de dólares e importaciones por un valor de 11.496 millones de dólares, dando como resultado un déficit comercial de 585 millones de dólares.
Desde el 2004 las Reservas Internacionales de más de 15.000 millones de dólares fue cayendo hasta hacerse crítico en el 2023 con 1.709 millones de dólares; por lo tanto, la única vía para ingresar dólares a la economía y favorecer al comercio internacional era vía la balanza comercial, esto es exportaciones-importaciones, que lamentablemente desde el 2020 se encuentra también en déficit. El efecto directo es la ausencia de dólares en la economía local y peor aún, la falta de dólares en las cuentas internacionales de Bolivia para encarar compromisos de corto plazo como es la compra de combustible.
De manera rimbombante se ha realizado un acuerdo con el sector empresarial para resolver la disponibilidad de dólares. Lamentablemente, el enfoque estaba fuera de foco, se retiró dólares dentro de la economía y se repartió papeles (bonos), pero al interior de la economía, cuando la necesidad de dólares es externa, en las cuentas internacionales. No nos extrañemos que nuevamente volverán las colas por el combustible y las presiones por la aprobación de créditos.
La falta de efectividad de las medidas tomadas por el gobierno empeorará la situación económica, por ello que recurre reiterativamente a los créditos internacionales para usar esos dólares e introducirlos a las cuentas internacionales del país. Ante este contexto, recurre maquiavélica y peligrosamente a la oferta de nuevos megaproyectos con el beneplácito de los organismos internacionales que como cualquier banco cumple con su rol de prestamista, el apoyo de las organizaciones sociales, autoridades departamentales, regionales y municipales.
Los anuncios de nuevos megaproyectos como la ampliación a 8 carriles de la carretera La Paz Oruro, tramo Senkata-Apacheta, camino Faja Norte en Yapacaní, plantas de biocombustible, y el anuncio de más empresas públicas, ahora no son más que un mecanismo para la caza de dólares.
Finalmente, la necesidad de dólares tiene cara de hereje, ahora se ha disfrazado de obras, un mecanismo al que difícilmente la población dirá que no, fácilmente será usado para chantajear a los diputados y senadores opositores y su aprobación en la Asamblea Plurinacional para mantener la estabilidad económica por unos meses, a costa de un mayor endeudamiento y sobre todo el resquebrajamiento de las bases estructurales que sostienen la economía.
(*) Economista
https://www.urgente.bo/noticia/la-necesidad-de-dólares-y-el-camuflaje-en-obras

