Editorial, El Diario:
It can be considered that the country’s historical development takes place in a context of conservative tendencies and an unchanging rhythm, within which politics and political parties revolve spontaneously. Today, some claim that this movement is the right one, while others say it is mistaken. However, that is another matter entirely. The issue should concern influential aspects that, due to their magnitude, are not taken into account, so that they may serve as a point of view to draw some conclusions that are useful or, at the very least, logically sound.
Indeed, it is about the presence in the country of two economic currents, which have continued to intervene in Bolivia to varying degrees. It concerns the effectiveness of two groups of economic technicians and advisers—the first called the Chicago Boys and the second the Chuquiago Boys—frequently referenced by the rulers and publicists of the three governments of the coca grower Evo Morales.
In this regard, it is said that the Chicago Boys, who operated in Bolivia before 2006, ushered in a period of prosperity and social order. Large gas reserves were discovered, investments came in, inflation dropped from 24,000 percent to manageable levels, democracy was restored, state bureaucracy was reduced, exports increased, international reserves grew, etc. The main factor that enriched the State was domestic production; dollars circulated, among other outcomes, which were labeled as neoliberal.
The governments that implemented these measures were criticized by leftists who, since earlier times, had claimed that the solution to the country’s issues was communism—a formula that failed and was later replaced by socialism which, due to its regressive nature, is also a global failure.
The theorists of that magical solution were the wise advisers known as the Chuquiago Boys, graduates of Bolivia’s autonomous universities, who considered themselves to possess magical methods that would lead the Bolivian people to a socialist paradise and other such niceties. Thus, the Chuquiago Boys became part of the leadership under Morales and his party, MAS. They created a chaotic Constituent Assembly, drafted a deficient Constitution, denied the existence of the Nation and replaced it with a Plurinational State, and implemented other questionable populist measures.
At the same time, they destroyed the national economy. Since 2006, production has declined and smuggling has increased. The massive revenues from gas and other raw material sales only served to fuel official corruption. Industry, mining, and agriculture were left in ruins. The country went bankrupt, inflation is alarming, there are shortages, rising prices, hunger, and serious problems are part of the great work of the Chuquiago Boys. In short, they caused the current general crisis.
The difference between the Chicago and the Chuquiago Boys is left to the people’s judgment. Practice has shown who was right.
Editorial, El Diario:
Se puede considerar que el desarrollo histórico del país, se produce en un contexto de tendencia conservadora y con ritmo invariable, en medio del cual la política y los partidos políticos giran espontáneamente. Hoy algunos afirman que ese movimiento es el correcto y otros que es equivocado. Sin embargo, es un asunto de otro costal. La cuestión debe referirse a aspectos influyentes, pero que por su magnitud no son tomados en cuenta, de tal forma que sirvan de punto de vista para sacar algunas conclusiones que tengan utilidad o, por lo menos, muestren sentido lógico.
En efecto, se trata de la presencia en el país de dos corrientes económicas, las cuales han seguido interviniendo en Bolivia en mayor o menor volumen. Se trata de la efectividad de dos grupos de técnicos y asesores en economía, los primeros llamados Chicago boys y los segundos Chuquiago boys, muy citados por los gobernantes y publicistas de los tres gobiernos del cocalero Evo Morales.
Al respecto, se afirma que los Chicago, que obraron en Bolivia antes de 2006, abrieron una etapa de prosperidad y orden social. Entonces se descubrió grandes yacimientos de gas, vinieron inversiones, la inflación cayó de 24.000 por ciento a niveles soportables, se recuperó la democracia, se rebajó la burocracia estatal, subieron las exportaciones, crecieron las reservas internacionales, etc. El principal aspecto que enriqueció al Estado fue la producción interna, circulaban los dólares y otros, resultados que fueron llamados neoliberales.
Los gobiernos que aplicaron esos procedimientos fueron criticados por los izquierdistas que, desde tiempos pasados, decían que la solución de los asuntos del país era el comunismo, fórmula que fracasó y fue sustituida por el socialismo que, después, por implicar retroceso, es un fracaso mundial.
Los teóricos de esa mágica solución fueron los sabios asesores llamados Chuquiago boys, salidos de las universidades autónomas de Bolivia y que se consideraban dueños de procedimientos mágicos que llevarían al pueblo boliviano al paraíso socialista y otras lindezas parecidas. Entonces los Chuquiago pasaron a formar parte de la cúpula de los gobiernos de Morales y su tolderío, el MAS. Formaron una Constituyente caótica, elaboraron una Constitución deficiente, negaron la Nación y la sustituyeron por un Estado Plurinacional y dieron curso a otras cuestionables medidas populistas.
A la vez destruyeron la economía nacional. Desde el año 2006 se ha dejado de producir y aumentó el contrabando. Los grandes ingresos por la venta de gas y otras materias primas solo sirvieron para la corrupción oficial, quedó en ruinas la industria, la minería, la agricultura. El país entró en quiebra, la inflación es preocupante, hay escasez, alza de precios, hambre, y graves problemas son parte de la gran obra de los Chuquiago boys. En síntesis, ocasionaron la crisis general actual.
La diferencia entre los Chicago y los Chuquiago queda en consideración del pueblo. La práctica ha demostrado quién estaba en lo correcto.
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