By Juan Jose Toro, Vision 360:
In theory, lithium is an energy source that will replace fossil fuels, so the business isn’t just worth millions, but billions of dollars.
In Potosí, we’ve gone from placing our hopes for economic development on the potential of the Uyuni Salt Flat to feeling a distressing uncertainty about the future of those reserves.
What’s clear to me, after witnessing the story of lithium unfold before my very eyes, is that we’ve lacked information—and that’s why, for now, there are many differing opinions about what’s happening with this resource.
From Paz Zamora to Arce Catacora, there’s a common denominator: contrary to scientific logic, governments have ignored the Tomás Frías Autonomous University (UATF), even though it has been gathering information and developing knowledge about lithium practically since the reserves in the Uyuni Salt Flat were reported.
When the Potosí Civic Committee (Comcipo) led the first major strike during the Jaime Paz government, he was forced to accept that the UATF draft the terms of reference for the international bidding process—and that was the most important thing any government ever allowed the university to do.
In the years that followed, UATF continued researching lithium and, in that effort, even partnered with European universities. It reached the point of developing technology for brine evaporation, which was duly patented, but Bolivian governments simply ignored it.
Years passed, and lithium continued to lie dormant. Gonzalo Valda’s actions stood out—whether as a congressman or Minister of Mining, he managed to benefit from Bolivia’s inaction. Through Law 1854, he reduced the fiscal reserve, allowing private parties to obtain concessions in the salt flat. The move was flagged by Comcipo, which managed to get the law repealed—and it ended up being renamed after that politician.
What did Valda get in return? The former “cardinal” of the MIR never left evidence of his dealings. The only reference I have is from a lawyer friend who, during Valda’s peak of power, managed some of his interests. He told me that, based on the matters he handled, he estimated Valda’s fortune at 15 million dollars—not including the businesses managed by other professionals.
To this day, Bolivia has not entered the lithium market. During nearly 14 uninterrupted years in power, Evo Morales always found a way to avoid taking that step. This has allowed companies extracting lithium in Australia, Chile, and Argentina to multiply their profits, since they don’t have to compete with the country supposedly holding the largest reserves. Any of them would’ve had no problem paying to delay that competition.
In theory, lithium is an energy source that will replace fossil fuels, so the business isn’t just worth millions, but billions of dollars. Under Arce’s administration, agreements have been negotiated with companies from countries with which Bolivia shares ideological ties—so politics has been mixed with technical matters. Worse still, alleged shady deals have been denounced, yet none have been clarified as a new election campaign gets underway.
The future of Bolivia’s lithium remains uncertain.
Por Juan Jose Toro, Vision 360:
En teoría, el litio es un energético que va a reemplazar a los carburantes, así que el negocio no es solo de millones, sino de miles de millones de dólares
En Potosí hemos pasado de haber depositado las expectativas sobre las potencialidades del Salar de Uyuni para nuestro futuro económico a una angustiante incertidumbre sobre el futuro de esas reservas.
Lo que a mí me queda claro, después de ver pasar la historia del litio prácticamente frente a mis ojos, es que nos ha faltado información y es por eso que, por el momento, existen diversas opiniones sobre lo que está pasando con ese recurso.
Desde Paz Zamora a Arce Catacora existe un denominador común: a contrapelo de la lógica científica, los gobiernos han ignorado a la Universidad Autónoma Tomás Frías (UATF) pese a que esta acopió información y desarrolló conocimientos sobre el litio prácticamente desde que se reportó las reservas del Salar de Uyuni.
Cuando el Comité Cívico Potosinista (Comcipo) protagonizó la primera gran huelga, en el gobierno de Jaime Paz, este se vio obligado a aceptar que la UATF elabore los términos de referencia de la licitación internacional y eso fue lo más importante que un gobierno le dejó hacer a esta universidad.
En los años siguientes, la UATF siguió investigando sobre el litio y, en ese afán, hasta se asoció con universidades europeas. Llegó al punto de desarrollar tecnología para la evaporación de salmueras que fue debidamente patentada, pero los gobiernos bolivianos simplemente la ignoraron.
Pasaron los años y el litio siguió durmiendo. Fueron notorios los movimientos de Gonzalo Valda que, ya sea como parlamentario o ministro de minería, llegó a obtener beneficios de la inacción boliviana. Mediante la ley 1854 redujo la reserva fiscal y eso permitió que privados consiguieran concesiones en el salar. La movida fue advertida por Comcipo, que consiguió que se derogue la ley que fue rebautizada con el nombre de aquel político.
¿Qué recibió Valda a cambio? El ex “cardenal” del MIR nunca dejó pruebas de sus movimientos. La única referencia que tengo es la que me dio un amigo abogado que, en el momento de mayor poder de aquel, manejaba parte de sus intereses. Me contó, entonces, que, por los asuntos que él atendía, había calculado que la fortuna de Gonzalo Valda llegaba a 15 millones de dólares, sin contar con los negocios que eran manejados por otros profesionales.
Hasta ahora, Bolivia no ha ingresado al mercado del litio. Durante sus casi 14 años de gobierno continuo, Evo Morales siempre encontró la manera de eludir ese paso. Esa acción ha permitido que las empresas que explotan litio en Australia, Chile y Argentina multipliquen sus ganancias, porque no tienen que competir con el país que supuestamente tiene las mayores reservas. Cualquiera de estas no se habría hecho problemas en pagar por el retraso.
En teoría, el litio es un energético que va a reemplazar a los carburantes, así que el negocio no es solo de millones, sino de miles de millones de dólares. Durante el gobierno de Arce se ha negociado convenios con empresas de países con las que tiene afinidades ideológicas, así que lo político se ha mezclado con lo técnico. Para peor, se ha denunciado supuestos negociados que no han sido aclarados hasta el momento de arrancar una nueva campaña electoral.
El futuro del litio boliviano está con diagnóstico reservado.
https://www.vision360.bo/noticias/2025/04/10/23055-litio-la-incertidumbre
