Editorial, El Deber:
The solitary protest in Santa Cruz
Militant and peaceful. This is how the 24-hour strike called by the Comité Pro Santa Cruz was carried out from midnight on Friday and throughout the day yesterday. The strike was in protest against the results of the National Population and Housing Census conducted in March and released by the National Institute of Statistics (INE), with figures differing from its own projections. This unexpected change heightened doubts about the accuracy, reliability, and transparency of the population count, which is crucial for the redistribution of economic resources and parliamentary representation in the country.
An estimated 98% of the population in the capital city and the provinces of the department complied with the strike, according to Fernando Larach, president of the civic organization. He praised the public’s support for a protest that passed without incidents. With the backing of key sectors like public transportation and gremial workers, it was a “forceful and peaceful” strike, Larach said during a press conference near the end of the day. He also announced that starting Monday, a “commission of notables,” consisting of legal experts and technicians from the Governor’s Office, the Municipal Mayor’s Office, and the Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, would work without delay to analyze the next steps and promote a corrective law for the census data presented by INE.
At the same time, Larach announced “legal actions” against the President of the State, Luis Arce, the Minister of Development Planning, Sergio Cusicanqui, and the INE director, Humberto Arandia, who are accused of being responsible for a flawed national survey whose results should be subject to an international audit. A departmental census is also being considered, although its high cost and lack of resources could make it unfeasible.
The first reactions from the government came from Vice Minister of Communication Gabriela Alcón, who warned of a political bias behind the strike in Santa Cruz, stating that questions about the census should be addressed in a national technical committee to clarify the data. Meanwhile, Deputy Minister of Planning David Guachalla regretted the “extreme measure” taken by Santa Cruz’s civic leadership, even though the INE had expressed its willingness to provide the necessary explanations.
These were the key aspects of the strike in Santa Cruz, occurring during September, the month of Santa Cruz pride. A strike in isolation. Painfully abandoned, as other regions chose to look the other way, as if an impeccable census were not also in their own interest. But this is not the first time that the struggle from these lowlands for just demands has gone unsupported, even though the eventual benefits are shared by others across the nation who do not need to lift a finger. A quick review of history reveals as much.
It is also worth noting that yesterday’s protest was yet another measure driven by the central government’s lack of timely attention to the grievances and demands of a region that is treated with disdain and even contempt by the authorities of the moment. It was a shutdown of the country’s most productive sector, with all the resulting negative consequences. Yet Santa Cruz, always open to dialogue, paradoxically finds no other way to make its voice heard. Chronic deafness and the recurring dismissal by the temporary, self-important holders of power prevent it. A voice that cannot and should not be lost like a cry in the wilderness.
Editorial, El Deber:
La solitaria protesta cruceña
De manera militante y pacífica. Así se cumplió desde las cero horas del viernes y durante toda la jornada de la víspera, el paro de 24 horas convocado por el Comité Pro Santa Cruz, en rechazo a los resultados del Censo Nacional de Población y Vivienda realizado en marzo pasado y que divulgó el Instituto Nacional de Estadística (INE) con unas cifras distintas a las de sus propias proyecciones. Un cambio inopinado que acrecentó las dudas sobre la precisión, confiabilidad y transparencia del conteo poblacional, determinante para la reasignación de recursos económicos y de representación parlamentaria en el país.
Un 98% de la ciudadanía acató la medida en la ciudad capital y las provincias del Departamento, según las estimaciones realizadas por el presidente del ente cívico, Fernando Larach, quien ponderó el respaldo de la población en una protesta que transcurrió sin incidentes. Con el apoyo de sectores gravitantes como el transporte público y el de los gremiales, fue un paro “contundente y pacífico”, matizó durante una conferencia de prensa casi al culminar el día. Larach también anunció que desde el lunes trabajará, sin pérdida de tiempo, una ‘comisión de notables’ conformada por juristas y técnicos de la Gobernación, la Alcaldía Municipal y la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno para analizar los pasos a seguir y promover una norma correctiva de los datos del Censo entregados por el INE.
Al mismo tiempo, fueron anunciadas ‘acciones legales’ contra el presidente del Estado, Luis Arce, el ministro de Planeamiento del Desarrollo, Sergio Cusicanqui y el director del INE, Humberto Arandia, señalados como responsables de una encuesta nacional considerada fallida y cuyos resultados deben ser sometidos a una auditoría internacional. Tampoco se descarta un Censo departamental, aunque puede volverlo inviable el costo elevado y la falta de recursos para asegurar su realización.
Las primeras reacciones desde el Gobierno se produjeron a través de la Viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, quien advirtió un sesgo político detrás del paro en Santa Cruz cuando los cuestionamientos sobre el Censo, según precisó, deberían ser abordados en una mesa técnica nacional para despejar dudas con la revisión de sus datos. Por su parte el viceministro de Planificación, David Guachalla lamentó la ‘medida extrema’ adoptada por la dirigencia cívica cruceña, no obstante que el INE había manifestado su predisposición para ofrecer las explicaciones requeridas.
Tales fueron, a grandes rasgos, los matices del paro en Santa Cruz y en septiembre, el mes de la cruceñidad. Un paro en solitario. De lacerante orfandad porque las demás regiones optan por mirar hacia otro lado, como si un Censo impecable no fuera de también su particular interés. Pero no es la primera vez que la lucha desde estas llanuras por justas reivindicaciones no es acompañada, aún cuando los eventuales beneficios terminan siendo compartidos con otros en el vecindario nacional y que incluso no necesitan mover un dedo. Es cuestión de repasar la historia.
Es de resaltar, además, que la cumplida ayer fue una nueva medida de protesta impulsada por la falta de atención oportuna del Gobierno central a los reclamos y demandas de una región que es tratada con desdén y hasta con desprecio por los mandamases de turno. Fue una paralización del mayor músculo productivo del país con los perjuicios consecuentes. Pero es que Santa Cruz, siempre abierta al diálogo, paradójicamente no encuentra otro modo de hacer escuchar su voz. Lo impiden la sordera crónica y el recurrente ninguneo de los circunstanciales y ensoberbecidos administradores del poder. Una voz que no puede ni debe perderse como un grito en el desierto.
https://eldeber.com.bo/opinion/la-solitaria-protesta-crucena_384029
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