By RUDDY ORELLANA V., Los Tiempos:
Evo Morales Ayma always has a problem for every solution!
His verbal incontinence and anthology-worthy outbursts lead him to splatter, like acid rain, his closest surroundings and, of course, his entire militancy.
I have always believed that Evo’s main enemy is Evo himself and, for a couple of years now, also his own Movement for Socialism (MAS).
He has become a kind of reverse King Midas, everything he touches and says turns into misery and defeat, respectively.
Caudillos never have the courage and bravery to face their sad decline, they are cowards even for that. Their fate is that of those who bow down alone with their gaze lost on the horizon that, despite not being able to see it, they invent, pretending to continue being a strong, tacit, de facto figure.
Nostalgia for power turns them into a constant danger to freedom and plurality of ideas. They no longer see beyond their noses, but they want to keep commanding, ordering, deciding, hoarding, and condemning. They never resign themselves to not being obeyed anymore. They babble, stumble, and finally fall.
That is the fate of the transitory power of caudillos with whips and boots. History has amply demonstrated that the end of madness, as titled in a novel by the Mexican writer Jorge Volpi, is a slow agony and a constant fear of society that the creature will reincarnate in others. The end of madness is, above all, a metaphor about the fate of the false left and its smoke sellers who almost always get burned playing with their own fire. But sooner or later, the madness of the caudillo comes to an end, not through a cure, but through oblivion and contempt.
Evo is an intimate enemy of Evo, of democracy, and of MAS itself. Every time he speaks and orders, he subverts the truth and reality. He completely disfigures transparency and forces logic towards a shocking absurdity. He obeys an obstinate egocentrism. He shoots point-blank what he thinks and feels.
All his interventions produce a hilarious joke and end in an uncontrollable loss and political wear that affects his own militancy. Evo and the strictly Evo-ist MAS have hit rock bottom and, therefore, intend to drag the Arce wing down as well. There remains the need to restructure the blue party, to make it less electrifying, more democratic and participatory, but above all, free and respectful of dissent and the law.
What a paradox!
Morales has worked laboriously to sink his own party. Today, MAS languishes. Its political infrastructure and ideological structure have completely collapsed. Only the loud outbursts of the boss remain, who, without fear and without learning his lesson, continues to clash with his own militancy.
The truth, sooner or later, imposes itself on the junta. The monolithic party ends in a tombstone, in a “ch’ampa war,” like the tragicomic case of the current MAS, or in oblivion.
The politics of the senseless is reflected in their actions more than in their words. However, the words of the demagogue always become enchantment and a dogma that serves to co-opt, while the actions are their failed acts and therefore make supreme justice and are absolutely uncontrollable.
Demagogues, egotists, and tyrants never self-examine, they live in a parallel world. For them, the truth is a target to shoot at.
Lies are their center, their heart, and their lungs. The truth is uncomfortable! It must be killed!
Just as the boss destroyed many things in this country: dissent, plurality of ideas, freedom of the press, young leadership, ethics, morality, and the opportunity to renew figures with a new discourse within his party.
“The politician can pay the intellectual. But he cannot trust him. The intellectual will end up dissenting, and for the politician this will always be a betrayal. Malicious or naive, Machiavellian or utopian, the powerful will always believe they are right and that anyone who opposes them is a traitor or, at least, someone dispensable,” notes the writer Carlos Fuentes in his book “The Eagle’s Chair.”
It only took 14 years and MAS to dismantle the little social, political, and cultural fabric that existed in the homeland.
14 years of nothing!
14 years only for a handful of VIP thieves!
14 years with everything to make this country stable, with a strengthened economy and unbreakable institutions. Nonsense! Today, Sisyphus’s stone rolls back to the beginning of everything.
In the end, the 14 years of government are the perfect summary of classic heist movies, gangs, injustices, drug trafficking, soap operas, scams, scandals, and lies: “Rat’s Nest,” “Training Day,” “The Sting,” “Band Apart,” “Dog Day Afternoon,” “The Departed,” “Body of Lies,” “Scarface,” “The Perfect Heist,” “Reservoir Dogs,” “L.A. Confidential,” “The Godfather,” “Lolita,” and much more.
Blessed are the petty free-riders, for theirs will be the glory of having sunk a party!
Blessed are the elites, for in them the loot was and will be left!
Blessed are the poor in ethics, for theirs will be the wealth of all that was stolen!
Blessed are the rich in immorality, for they will always carry the poverty of the stolen!
Blessed are the populist parties, for deep down they know how to distribute misery very well!
Blessed are the thieves, for theirs will be the cave and eternal oblivion!
Blessed are the unjust and perverters, for theirs will be the embassy chair!
Blessed are the sycophants, for they have already secured a place in the kingdom of impunity!
The author is a social communicator.
Por RUDDY ORELLANA V., Los Tiempos:
¡Evo Morales Ayma siempre tiene un problema para cada solución!
Su incontinencia verbal y exabruptos de antología lo llevan a salpicar, como lluvia ácida, a su entorno más próximo y, desde luego, a toda su militancia.
Siempre he creído que el enemigo principal de Evo, es Evo y, dese hace un par de años, también lo es de su propio movimiento al socialismo.
Se ha convertido en una suerte de rey Midas al revés, todo lo que toca y dice lo convierte en miseria y en derrota, respectivamente.
Los caudillos jamás tienen el valor y la valentía para enfrentar su triste ocaso, son cobardes hasta para eso. Su suerte es la de los que se postran solitarios y con la mirada perdida en el horizonte que, a pesar de no divisarlo, inventan, juegan a que continúan siendo una figura fuerte, tácita, de facto.
La nostalgia por el poder los convierte en un peligro constante para la libertad y la pluralidad de ideas. Ya no ven más allá de sus narices, pero quieren seguir mandando, ordenando, decidiendo, acaparando y condenando. Jamás se resignan a que ya no los obedezcan. Balbucean, trastabillan y por fin caen.
Ese es el destino del poder transitorio de los caudillos con látigo y botas. La historia ha demostrado con creces que, el fin de la locura, como titula una novela del escritor mexicano, Jorge Volpi, es una lenta agonía y un temor constante de la sociedad a que la criatura se reencarne en otras. El fin de la locura es, ante todo, una metáfora sobre el destino de la falsa izquierda y de sus comercializadores de humo que se chamuscan, casi siempre, jugando con su propio fuego. Pero tarde o temprano la locura del caudillo llega a su fin, no por medio de la cura, sino, a través del olvido y el desprecio.
Evo es un enemigo íntimo de Evo, de la democracia y del propio MAS. Cada vez que habla y ordena subvierte la verdad y la realidad. Desfigura por completo lo transparente y fuerza la lógica hacia un absurdo chocante. Obedece a un egocentrismo obstinado. Dispara a quemarropa lo que piensa y lo que siente.
Todas sus intervenciones producen un chascarrillo hilarante y terminan en una incontenible pérdida y un desgaste político que afecta a su propia militancia. Evo y el MAS, estrictamente evista, han tocado fondo y, por ende, pretenden hacer que el ala arcista, también. Queda la necesidad de reestructurar el partido azul, hacerlo menos electrizante, más democrático y coparticipativo, pero, sobre todo, libre y respetuoso del disenso y la ley.
¡Vaya paradoja!
Morales ha trabajado laboriosamente para hundir su propio partido. Hoy, el MAS languidece. Su infraestructura política y su estructura ideológica se desmoronaron por completo. Sólo quedan las vociferaciones del jefazo que, sin miedo y sin escarmiento, continúan estrellándose contra su propia militancia.
La verdad, tarde o temprano, se impone a la juntucha. El partido monolítico termina en una lápida, en una ch’ampa guerra, como el tragicómico caso del MAS de ahora, o en el olvido.
La política de los insensatos está reflejada en sus actos, más que en sus palabras. Sin embargo, las palabras del demagogo siempre se convierten en encanto y en un dogma que sirve para cooptar, en cambio, las acciones, son sus actos fallidos y, por lo tanto, hacen justicia suprema y son absolutamente incontrolables.
Los demagogos, ególatras y tiranos jamás se autoexaminan, viven en un mundo paralelo. Para ellos la verdad es un blanco al que hay que disparar.
La mentira es su centro, su corazón y sus pulmones. ¡La verdad incomoda! ¡Hay que matarla!
Así como el jefazo aniquiló muchas cosas en este país: el disenso, la pluralidad de ideas, la libertad de prensa, el liderazgo joven, la ética, la moral y la oportunidad de renovar personajes con un nuevo discurso al interior de tu partido.
“El político puede pagarle al intelectual. Pero no puede confiar en él. El intelectual acabará por disentir y para el político esta será siempre una traición. Malicioso o ingenuo, maquiavélico o utópico, el poderoso siempre creerá que tiene la razón y el que se opone a él es un traidor o, por lo menos, alguien dispensable”, anota el escritor Carlos Fuentes en su libro “La Silla del Águila”.
Bastaron 14 años y MAS para defenestrar el poco tejido social, político y cultural que existía en la patria.
¡14 años de nada!
¡14 años sólo para un puñado de pillos VIP!
14 años con todo para hacer de este país, estable, con una economía fortalecida y una institucionalidad inquebrantable. ¡Pamplinas! Hoy, la piedra de Sísifo vuelve a rodar hasta el principio de todo.
Al final de cuentas, los 14 años de gobierno, son el resumen perfecto de las películas clásicas de asaltos, bandas, pandillas, injusticias, narcotráfico, culebrones, estafas, escándalos y mentiras: “Nido de ratas”, “Día de entrenamiento”, “El golpe”, “Banda aparte”, “Tarde de perros”, “Los infiltrados”, “Red de mentiras”. “Cara cortada”, “Atraco perfecto”, “Perros de la calle”, “Los Ángeles confidencial”, “El Padrino”, “Lolita” y mucho más.
¡Bienaventurada la juntucha, porque de ella será la gloria de haber hundido un partido!
¡Bienaventuradas las elites, porque en ellas quedó y quedará el botín!
¡Bienaventurados los pobres de ética, porque de ellos será la riqueza de todo lo robado!
¡Bienaventurados los ricos de inmoralidad, porque siempre cargarán con la pobreza de los afanados!
¡Bienaventurados los partidos populistas, porque en el fondo saben repartir muy bien la miseria!
¡Bienaventurados los ladrones, porque de ellos será la cueva y el olvido eterno!
¡Bienaventurados los injustos y prevaricadores, porque de ellos será el sillón de alguna embajada!
¡Bienaventurados los “chupatetillas”, porque ya tienen asegurado un puesto en el reino de la impunidad!
El autor es comunicador social
https://www.lostiempos.com/actualidad/opinion/20240606/columna/apocalipsis-mas
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