Three Years After Her Arrest

Former President of the State, Jeanine Añez Chávez, has spent three years detained in La Paz, accused of having taken power through “a coup” after the resignation of former President Evo Morales. In a letter posted on her social media, the former leader requested her release and that of other “250 political prisoners” and blamed Morales for the events of 2019.
“The crimes committed in 2019 are of total and exclusive intellectual and material authorship of Evo Morales and the MAS leadership,” she indicates in the letter. She adds that “Evo Morales is guilty of the breach of the popular vote that disqualified him as a presidential candidate in 2016 and is free with impunity”.
This version coincides with what the current Minister of Justice, Iván Lima, stated last January, in the context of the roadblock staged by the “evista” faction of the MAS, blaming Morales for the events of 2019. However, the same Government accuses Añez in her trials.
“In general terms, this obliges us to have a little patience to see how far Evo Morales’ eagerness to lead us to confrontation (as in) 2019 goes; he was the author, in 2019, of the deaths of Bolivians, of a situation of conflagration, of a very serious problem in the country, due to his eagerness to seek reelection,” Minister Lima said.
In her letter from prison, Añez indicates that former President Morales “is guilty of the electoral fraud of October 20, 2019, elections in which he presented himself disqualified and manipulated the vote count when he saw himself defeated by the sovereign decision that denied him reelection”.
According to a report by the Organization of American States (OAS), in the 2019 elections, there was “fraud” in the handling of data, which led to Morales’ resignation and the breakdown of the chain of command established in the Constitution, resulting in Añez’s assumption of power in a legislative session that lacked quorum but was endorsed by a statement from the Constitutional Court.
After the MAS returned to power, this time with Luis Arce as President, Añez was arrested in Trinidad on March 13, 2021. She is currently accused in two processes for the events of 2019, one for breach of duties for which she was sentenced to 10 years in prison and another for the crimes of terrorism and sedition, a case for which she remains in pretrial detention.
Both Morales and the Arce government, now divided, accuse Añez of having perpetrated a coup because they claim that she did not resign the entire chain of command, that there was no quorum in the Assembly for Añez’s Assumption, and that the Armed Forces were central to these events because they withdrew their support from the former president.
Opposition leader Samuel Doria Medina said yesterday that “in this time, the MAS has not been able to justify its situation (that of Añez) with legitimate arguments. It split a process into two (“Coup I and II”) to justify a former president appearing before ordinary justice. Due to this division of the process, Jeanine’s 10-year sentence is incompatible with a true rule of law.”
In Bolivia, former presidents are tried in impeachment trials, except Añez, who is being prosecuted in ordinary justice.
In her letter from the Miraflores prison, Añez criticizes the functioning of the Legislative and Judicial bodies. She points out that the former is an “appendage of the Executive” and that the latter “has succumbed to orders from the hitmen”.
The former president reaffirms that she is a political prisoner and when referring to her detention, she says she is kidnapped by the MAS regime. In this context, she asks that they “have the courage to redirect this infamy and restore my rights and freedom.” She concludes by demanding that “the more than 250 political prisoners be released.” (Brújula Digital)
A tres años de su detención

La expresidenta del Estado, Jeanine Añez Chávez, cumplió tres años detenida en La Paz, acusada de haber asumido el mando a través de “un golpe de Estado” luego de la renuncia del expresidente Evo Morales. En una carta publicada en sus redes sociales, la exmandataria pidió su liberación y la de otros “250 presos políticos” y culpó a Morales por los sucesos del 2019.
“Los delitos cometidos en 2019 son de total y exclusiva autoría intelectual y material de Evo Morales y la cúpula del MAS”, indica en la carta. Agrega que “Evo Morales es reo del incumplimiento del voto popular que lo inhabilitó como candidato a presidente el año 2016 y está libre en la impunidad”.
Esta versión coincide con lo señalado por el actual ministro de Justicia, Iván Lima, que en enero pasado, en el marco del bloqueo de carretera protagonizado por el bloque “evista” del MAS, culpó a Morales por los sucesos del 2019. Sin embargo, el mismo Gobierno es acusador en los juicios de Añez.
“Eso en términos generales nos obliga a tener un poco de paciencia para ver hasta dónde llega este afán de Evo Morales de llevarnos a la confrontación (como en) 2019; él ha sido el autor, en 2019, de muertes de bolivianos, de una situación de conflagración, de un problema muy grave en el país, por ese su afán de ir a la reelección”, dijo el ministro Lima.
En su carta desde la cárcel, Añez indica que el expresidente Morales “es reo del fraude electoral del 20 de octubre de 2019, comicios a los que se presentó inhabilitado y que manipuló en el conteo de votos al verse perdido por la decisión soberana que le negó la reelección”.
Según un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA), en las elecciones de 2019 hubo “dolo” en el manejo de los datos, lo que derivó en la renuncia de Morales y de la cadena de mando establecida en la Constitución, lo que derivó en la asunción de Añez al poder en una sesión legislativa que no tuvo quorum, pero que fue avalada por un comunicado del Tribunal Constitucional.
Luego de que el MAS volvió al poder, esta vez con Luis Arce como Presidente, Añez fue detenida en Trinidad el 13 de marzo de 2021. Actualmente está acusada en dos procesos por los sucesos del 2019, uno por incumplimiento de deberes por el que fue sentenciada a 10 años de cárcel y otro por los delitos de terrorismo y sedición, causa por la que continúa en detención preventiva.
Tanto Morales como el gobierno de Arce, que ahora están divididos, acusan a Añez de haber perpetrado un golpe de Estado porque aseguran que no renunció toda la cadena de mando, que no hubo quórum en la Asamblea para la Asunción de Añez y que las FFAA fueron centrales en esos hechos porque le quitaron su apoyo al expresidente.
El opositor Samuel Doria Medina, dijo ayer que “en este tiempo, el MAS no ha podido justificar con argumentos legítimos su situación (la de Añez). Dividió un proceso en dos (“Golpe I y II”) para justificar que una expresidenta comparezca ante la justicia ordinaria. Por esta división del proceso, la sentencia de 10 años de Jeanine es incompatible con un verdadero Estado de derecho”.
En Bolivia, los expresidentes son juzgados en juicios de responsabilidades, salvo Añez, que está siendo procesada en la justicia ordinaria.
En su carta desde la prisión de Miraflores, Añez hace una crítica al funcionamiento de los órganos Legislativo y Judicial. Señala que el primero es un “apéndice del Ejecutivo” y que el segundo “ha sucumbido a las órdenes del sicariato”.
La expresidenta reafirma que es una presa política y cuando se refiere a su detención dice que está secuestrada por el régimen del MAS. En ese marco pide que “tengan la valentía de reconducir esta infamia y devuélvanme los derechos y la libertad”. Finaliza exigiendo que “se liberen a los más de 250 presos políticos”. (Brújula Digital)

