By El Diario:
Lawyer Heiddi Ruiz Gonzales states
- Law 535, bureaucracy, and the lack of legal certainty make entrepreneurship more expensive, halt new investments, and keep thousands of formal operators in a legal limbo.

Mining law specialist Heiddi Ruiz Gonzales warned that Bolivian mining is paralyzed by legal uncertainty, Law 535, and heavy bureaucracy, despite the country having more than 9,000 companies and around 1,700 registered cooperatives.
In an interview with EL DIARIO, she said that reactivating the sector requires a clear political decision that genuinely opens the door to investment and restores legal certainty for both national and foreign operators.
In her view, the shift from a concession system to an administrative contract regime—controlled by the State through the Administrative Mining Jurisdictional Authority (AJAM)—has turned companies into “mere service providers” and created restrictions in fiscal reserve areas, border zones, and strategic minerals, thereby limiting economic growth.
Ruiz told the Dean of the National Press that the process of adapting old concessions, launched in 2016, has become a bottleneck: a single company may face as many as 30 or 40 procedures, with high costs and minimal results, to the point that by 2024 only 19 contracts with cooperatives would have been signed.
Added to this are prior consultation and environmental licenses, which she described as “cumbersome and costly” procedures, capable of discouraging any investor due to the lack of certainty regarding timelines and outcomes.
The lawyer also questioned the fact that AJAM acts as “judge and party,” concentrating administrative, regulatory, and oversight functions, which fuels slow processes and private-sector distrust.
Institutional deterioration, she added, has gone hand in hand with an increase in mineral theft and the seizure of mining areas—phenomena that affect both production and coexistence among cooperatives, companies, and communities.
Ruiz stated that the current regulatory framework “demonizes” exploitation, discourages exploration, and makes it impossible to resort to international arbitration when the State intervenes.
Por El Diario:
Afirma abogada Heiddi Ruiz Gonzales
- La Ley 535, la burocracia y la falta de seguridad jurídica encarecen el emprendimiento, frenan nuevas inversiones y mantienen a miles de operadores formales en un limbo legal.

La abogada especialista en Derecho Minero, Heiddi Ruiz Gonzales, advirtió que la minería boliviana está paralizada por la inseguridad jurídica, la Ley 535 y una pesada burocracia, pese a que el país cuenta con más de 9.000 empresas y alrededor de 1.700 cooperativas registradas.
En entrevista con EL DIARIO, sostuvo que la reactivación del sector exige una decisión política clara que abra efectivamente a la inversión y restituya la seguridad jurídica para operadores nacionales y extranjeros.
A su juicio, el cambio del sistema de concesiones al régimen de contratos administrativos, controlados por el Estado a través de la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM), transformó a las empresas en “simples prestadores de servicios” y generó restricciones en áreas de reserva fiscal, zonas de frontera y minerales estratégicos, limitando el crecimiento económico.
Ruiz señaló al Decano de la Prensa Nacional que el proceso de adecuación de las antiguas concesiones, iniciado en 2016, se ha convertido en un cuello de botella: una sola empresa puede enfrentar hasta 30 o 40 trámites, con costos altos y resultados mínimos, al punto de que hasta el 2024 apenas se habrían firmado 19 contratos con cooperativas.
A esto se suma la consulta previa y las licencias ambientales, que describen como procedimientos “engorrosos y caros”, capaces de hacer retroceder a cualquier inversionista ante la falta de certezas sobre plazos y resultados.
La abogada cuestionó también que la AJAM actúa como “juez y parte”, concentrando funciones administrativas, regulatorias y de control, lo que alimenta la lentitud de los procesos y la desconfianza del sector privado.
El deterioro institucional, añadió, que ha ido de la mano con el aumento del robo de mineral y los avasallamientos de áreas mineras, fenómenos que afectan tanto la producción como la convivencia entre cooperativas, empresas y comunidades.
Ruiz afirmó que la normativa vigente “sataniza” la explotación, desincentiva la exploración y que imposibilita acudir a arbitraje internacional cuando interviene el Estado.
https://www.eldiario.net/portal/2025/12/15/el-estado-estatista-ahoga-a-la-mineria-boliviana/
