By Unitel:
“Snipers,” “organized crime,” and the escalation of violence in roadblocks claim the lives of four police officers and a civilian in Bolivia
Autoridades de Gobierno denunciaron que entre los bloqueadores hay “grupos paramilitares y francotiradores” que arremeten en contra de las fuerzas policiales

[/ Photo: APG] / Police display artifacts and explosives used by blockaders
The deaths of four police officers and one civilian were confirmed by noon this Thursday by government authorities and the Public Prosecutor’s Office. The bloodshed occurred during the roadblocks staged by Evo Morales loyalists for the past 11 days on major highways across the country.
The most violent day took place in the municipality of Llallagua in Potosí, where the government of Luis Arce denounced that the police officers were ambushed on the highway by people positioned in nearby hills, from where they threw stones, dynamite, and, according to authorities, also attacked the officers with firearms.
The slain officers were identified as: First Sergeant Jesús Alberto Mamani Morales, Lieutenant Brayan Jorge Barrozo Rodríguez (23 years old), Lieutenant Carlos Enrique Apata Tola (34 years old), and Second Lieutenant Christian Calle Alcón, approximately 22 years old, who had been sent to the conflict zones where clearance operations were being organized.
One contingent arrived in Llallagua, in northern Potosí, and another patrolled the route connecting Cochabamba and Oruro.
For the Minister of Justice, César Siles, these confrontations “can no longer be described as civil protests” but rather “we are talking about paramilitary groups carrying weapons” and that include “snipers” in their ranks.
Meanwhile, the leadership of the Bolivian Workers’ Center (COB) denounced that these sectors can no longer be considered social movements because, due to their “criminal” actions, they should now be labeled as part of “organized crime” and cannot be associated with the working class or peasant groups.
“These events have generated chaos and fear among the population—events that can only be described as an attack on democracy and part of a sinister coup plan, for which the only one responsible is Evo Morales Ayma,” said Boris Villa, Secretary of Social Security of the COB, in a public statement.
The Minister of Government, Roberto Ríos, also spoke on the matter and stated that what is happening now is not a legitimate social demand, but “a violent strategy to force an unconstitutional candidacy” and, failing that, to postpone the elections.
Evo “Morales wants to impose his candidacy and personal interests, even at the cost of human lives and over the will of the Bolivian people,” he said.
Por Unitel:
“Francotiradores”, “crimen organizado” y la escalada de violencia en los bloqueos se cobran la vida de cuatro policías y un civil en Bolivia
Autoridades de Gobierno denunciaron que entre los bloqueadores hay “grupos paramilitares y francotiradores” que arremeten en contra de las fuerzas policiales

[/ Foto: APG] / La policía muestra artefactos y explosivos que son usados por bloqueadores
La muerte de cuatro efectivos policiales y un civil fueron confirmadas hasta el mediodía de este jueves por las autoridades de Gobierno y el Ministerio Público. Los hechos de sangre se dieron durante los bloqueos que impulsan leales a Evo Morales desde hace 11 días en carreteras troncales del país.
La jornada de mayor violencia se dio en el municipio potosino de Llallagua, donde el Gobierno de Luis Arce denunció que los policías fueron emboscados en la carretera por personas que estaban apostadas en los cerros aledaños, desde donde lanzaron piedras, dinamitas y, según las autoridades, también atacaron a los agentes con armas de fuego.
Los uniformados asesinados fueron identificados como: sargento 1ro Jesús Alberto Mamani Morales, el teniente Brayan Jorge Barrozo Rodríguez (23 años), el teniente Carlos Enrique Apata Tola (34 años) y el subteniente Christian Calle Alcón, de aproximadamente 22 años, quienes fueron enviados a las zonas en conflicto, donde se organizó operativos de desbloqueos.
Un contingente llegó a Llallagua, en el norte de Potosí, otro recorrió la ruta que une a Cochabamba con Oruro.
Para el ministro de Justicia, César Siles, en estos enfrentamientos “ya no se puede decir que son protestas civiles” sino que “estamos hablando de grupos paramilitares que portan armas” y que cuentan en sus filas con “francotiradores”.
Mientras que la cúpula de la Central Obrera Boliviana (COB) denunció que estos sectores no pueden ser considerados movimientos sociales pues por su accionar “delincuencial” ahora deben ser tildados como parte del “crimen organizado” yno puede ser relacionado con la clase trabajadora y los campesinos.
“Estos hechos han generando caos y miedo en la población, hechos que solo responden a un atentado a la democracia y a un plan macabro de golpe de Estado en el que el único responsable es Evo Morales Ayma”, dijo Boris Villa, secretario de Seguridad Social de la COB, en un manifiesto público.
El ministro de Gobierno Roberto Ríos, también se refirió al tema y señaló que lo que se vive ahora no es una demanda social legítima, sino “una estrategia violenta para forzar una candidatura inconstitucional” y, en caso contrario, postergar las elecciones.
Evo “Morales quiere imponer su candidatura e intereses personales, aún a costa de vidas humanas y por encima del pueblo boliviano”, manifestó.
