Editorial, Los Tiempos:
On a day like today, 209 years ago, on May 27, 1812, three years after the Spanish-American emancipation began in Chuquisaca, in Cochabamba another milestone was marked on the path that would lead, 15 years later, to the constitution of the Republic of Bolivia.
In addition to commemorating these events, in Bolivia we celebrate Mother’s Day. And it is not by chance that this is the case, since the heroic performance of the women of this city in front of the Goyeneche army, who was planted a battle in the hills of San Sebastián, is the most faithful expression of how important female participation has been in the history of our country.
Today’s commemoration also lends itself to remembering that, like more than two centuries ago, Cochabamba continues to be the point of the country where the multiple elements that make up our collective identity are best synthesized and complemented.
It is not by chance that it was also here that the foundations of the recognition of female protagonism were laid in our history, nor that many of the women who have stood out the most in fields as diverse as art, science, and sport have been from Cochabamba. or the politics of our country.
For this reason, it is the best opportunity to remember how much the place of women in our society has changed. It is that, since those times, when the female protagonism was an exception that was very far from everyday life, we have advanced to the current situation in which women do not need to perform heroic feats for their work to be recognized, even in this painful time pandemic.
However, and without detracting from how much the situation of women has improved, one cannot lose sight of the fact that the main indicators continue to place our country as one of the worst living conditions for its women and mothers.
According to the most recent reports on maternal mortality in the region, Bolivia remains among those that can show the least improvement.
If to the above is added that violence against women inside and outside the home, as well as the number of adolescent mothers, almost girls, as a result of rapes and an atavistic sexist attitude that, despite the efforts made, it is difficult to eradicate From our social relationships, it is clear that emotional speeches and good intentions are not enough if what you really want is to recognize the importance of women and mothers in our society.
Despite this, it is encouraging to note the vigor of our historical memory and the love that our parents inspire in us, and with that spirit we pay tribute to the mothers of Bolivia from Los Tiempos.
Un día como hoy, hace 209 años, el 27 de mayo de 1812, tres años después de que en Chuquisaca se diera inicio a la emancipación hispanoamericana, en Cochabamba se marcó otro hito en el camino que conduciría, 15 años después, a la constitución de la República de Bolivia.
Además de conmemorar esos hechos, en Bolivia celebramos el Día de la Madre. Y no es casual que así sea, pues la heroica actuación de las mujeres de esta ciudad frente el ejército de Goyeneche, a quien le plantaron batalla en las colinas de San Sebastián, es la más fiel expresión de lo importante que ha sido la participación femenina en la historia de nuestro país.
La conmemoración de hoy se presta también para recordar que, como hace ya más de dos siglos, Cochabamba sigue siendo el punto del país donde mejor se sintetizan y complementan los múltiples elementos de los que está compuesta nuestra identidad colectiva.
No es casual por eso que haya sido también aquí donde se sentaron las bases del reconocimiento del protagonismo femenino en nuestra historia ni que hayan sido cochabambinas muchas de las mujeres que más se han destacado en campos tan diversos como el arte, las ciencias, el deporte o la política de nuestro país.
Se trata, por eso mismo, de la mejor oportunidad para recordar lo mucho que ha cambiado el lugar que ocupan las mujeres en nuestra sociedad. Es que, desde aquellos tiempos, cuando el protagonismo femenino era una excepción que estaba muy lejos de la cotidianidad, hemos avanzado hasta la situación actual en la que las mujeres no necesitan realizar heroicas hazañas para que su labor sea reconocida, aún en este penoso tiempo de pandemia.
Sin embargo, y sin desmerecer lo mucho que ha mejorado la situación de la mujer, no se puede perder de vista que los principales indicadores siguen ubicando a nuestro país como uno de los que peores condiciones de vida ofrece a sus mujeres y madres.
Según los más recientes informes sobre la mortalidad materna en la región, Bolivia se mantiene entre los que menos mejoras pueden mostrar.
Si a lo anterior se agrega que la violencia en contra de las mujeres dentro y fuera del hogar, así como el número de madres adolescentes, casi niñas, a consecuencia de violaciones y una atávica actitud machista que, pese a los esfuerzos desarrollados, cuesta erradicar de nuestras relaciones sociales, resulta evidente que los discursos emotivos y las buenas intenciones no bastan si en verdad lo que se quiere es reconocer la importancia de las mujeres y la madre en nuestra sociedad.
A pesar de ello, resulta alentador constatar el vigor de nuestra memoria histórica y el amor que nos inspiran nuestras progenitoras y con ese espíritu rendimos desde Los Tiempos nuestro homenaje a las madres de Bolivia.
https://www.lostiempos.com/actualidad/opinion/20210527/editorial/heroinas-mujeres-madres
