By Oscar Antezana Malpartida:
The unity bloc has defined the survey questions and the system for selecting the single candidate who will compete in Bolivia’s presidential elections. While I believe this is the best attempt compared to the digital survey (which I won’t discuss now due to space constraints), I consider that the proposed questions are, in many cases, inadequate for determining who is best qualified to address the country’s serious problems. I will focus primarily on the questions, not necessarily the method. Let me explain why.
The population is polarized; MAS has worked to divide Bolivians. The opposition itself, as in other countries, is fragmented. Nowadays, more than ever, voters are guided by social media without verifying sources or selectively choosing information that confirms their biases. A large part of the population has been hypnotized after twenty years of staring at MAS’s serpent. A minority seeks information from reliable sources, and an even smaller percentage takes the time, at least for a moment, to compare it with reality. In this context, where people are more misinformed than informed, the questions need to be anchored in the challenges Bolivia will face.
Bolivia is dealing with an institutional, economic, and social crisis. The next government must prioritize strengthening the justice system so that everyone abides by the law, ensuring order and predictability, eliminating corruption and clientelism, and tackling drug trafficking. Another priority is stabilizing the economy: aligning all prices with reality, which involves reducing the size of the state, public spending, and tax evasion. To reactivate the economy, it will be necessary to maintain stability through appropriate fiscal, monetary, and exchange rate policies, open the economy to international markets and sign trade agreements, and attract private investment. Finally, key public entities such as the National Tax Service, National Customs, INRA, and the National Police, among others, must be reformed and/or strengthened.
Now, who would be capable of facing these challenges? Who has the clearest vision of the direction the country should take? Who has the political experience and knowledge/familiarity? Who has the courage and “wisdom” to implement reforms and policies with the necessary degree, sequence, and balance? Tuto, Samuel, Andrónico, Manfred, Chi? As mentioned, the questions should be anchored to these challenges because that is what the candidate will face, and we must explicitly assess their capabilities.
Who among the candidates is best prepared (political experience, subject knowledge, policy clarity, execution capacity) to:
- Reform the judicial system and eliminate corruption.
- Implement economic policies that solve the current situation while minimizing damage.
- Reform the state (Armed Forces, National Police, National Tax Service, National Customs, INRA, and others).
- Eradicate drug trafficking influence in both the public and private sectors.
- Lead the country toward stability, sustainable growth, and solidarity.
By incorporating these types of questions into the survey, the pollster (a) will “educate” or refresh the respondent’s understanding of reality and (b) will encourage reflection by contrasting the questions with what they know about the candidates. The survey results would have greater usefulness, weight, and reliability because they would be better grounded in the reality that awaits us rather than being purely subjective. By August, these questions would also serve as a reminder and, hopefully, lead to a more conscious and responsible vote.
As the reader will see, these types of questions contrast sharply with the questions presented in the survey, which are (summarized):
Question 1: “If the elections were held today, which candidate would you vote for?”
Question 2: “Tell me whether you have a very favorable, somewhat favorable, somewhat unfavorable, or very unfavorable opinion of the following candidates…”
Question 3: “Which of the following candidates do you believe would be best at handling Bolivia’s economic crisis?”
Question 4: “Which of the following candidates do you believe would be the best president for Bolivia?”
Question 5 (only with opposition candidates): “If the presidential elections in Bolivia were held today and the candidates were the following, who would you vote for?”
These questions seem more oriented toward measuring a certain preference/sympathy for the candidates. They are so general that they could be used to elect a class president in school. Using these types of questions to choose a candidate—especially in digital format—could lead to erroneous results with major consequences.
This is no trivial matter; the country’s future could depend on a seemingly insignificant survey. If adjusting the timeline is necessary to ensure a more rigorous process, it would be well worth the effort.
Por Oscar Antezana Malpartida:
El bloque de unidad ha definido las preguntas de la encuesta y el sistema para elegir al candidato único que competirá en las elecciones presidenciales de Bolivia. A pesar que creo que es el mejor intento en relación a la encuesta digital (que no me ocuparé de comentar ahora por falta de espacio) considero que las preguntas planteadas son, en muchos casos, inadecuadas para determinar quién es el candidato más capacitado para enfrentar los graves problemas que enfrenta el país. Me concentraré principalmente en las preguntas, no en el método necesariamente. Permítanme explicar por qué.
La población esta polarizada, el MAS se encargó de dividir a los bolivianos. La misma oposición, como en otros países, está atomizada. En estas épocas más que nunca, el electorado se hace llevar por las redes sociales sin verificar la fuente o seleccionando aquella que, de antemano, sabe que leerá lo que quiere leer. Una buena parte de la población está hipnotizada después de veinte años de contemplar a la serpiente del MAS. Hay una minoría que se informa de fuentes conocidas y aún un porcentaje menos que se toma la molestia, por lo menos un instante, de contrastar con la realidad. En este contexto donde la persona está más desinformada que informada, las preguntas necesitan estar ancladas en los desafíos que enfrentará Bolivia.
Bolivia enfrenta una crisis institucional, económica y social. El próximo gobierno debe dar prioridad al fortalecimiento del sistema de justicia para que todos cumplamos con la ley, haya orden y predictibilidad, se elimine la corrupción y el prebendalismo, y se haga frente al narcotráfico. Otra prioridad es estabilizar la economía: alinear a la realidad todos los precios que pasa por reducir el tamaño del Estado, el gasto público y la evasión fiscal. Para reactivar la economía habrá que mantener la estabilidad económica mediante políticas fiscales, monetarias y cambiarias adecuadas, abrir la economía a los mercados internacionales y firmar acuerdos de comercio internacional, y atraer la inversión privada. Finalmente, se deberá reformar y/o fortalecer entidades públicas clave como ser el Servicio Nacional de Impuestos, la Aduana Nacional, el INRA y la Policía Nacional, entre otros.
Ahora bien, ¿quién sería capaz de enfrentar estos desafíos? ¿Quién tiene la visión más clara, del rumbo que debería tomar el país? ¿Quién tendría la experiencia política y el conocimiento/ mayor familiarización? ¿Quién tendría el coraje y la “sabiduría” de ejecutar reformas y políticas en el grado, la secuencia y el equilibrio necesarios? Tuto, Samuel, Andrónico, Manfred, Chi? Como mencioné, las preguntas deberían estar ancladas a los desafíos porque a eso se enfrentará el candidato y debemos ponderar, de manera más explicita, sus capacidades.
¿Quién de los candidatos está más preparado (experiencia política, conocimiento del tema, claridad de las políticas, capacidad de ejecución) para:
1. Reformar el sistema judicial y eliminar la corrupción.
2. Ejecutar políticas económicas que solucionen la actual situación minimizando los daños.
3. Reformar el Estado (Fuerzas Armadas, Policía Nacional, Sistema Nacional de Impuestos, Aduana Nacional, INRA y otros)
4. Erradicar la influencia del narcotráfico en los estamentos públicos y privado.
5. Liderar hacía un país estable, con crecimiento sostenible y solidario.
Es más, al realizar este tipo de preguntas en la encuesta, el encuestador (a) “educará” o refrescará a la persona encuestada sobre la realidad y (b) ayudará a reflexionar al contrastar las preguntas con lo que sabe del candidato. El resultado de la encuesta tendría más utilidad, peso y confiabilidad porque está mejor fundamentada en la realidad que nos espera y no es pura subjetividad. Llegado agosto, este tipo de preguntas también le será útil recordar y, se esperaría, su voto sería más consciente y responsable.
Como verá el lector, este tipo de preguntas contrastan claramente con las preguntas que se presentaran en la encuesta, que son (de manera resumida):
Pregunta 1: “Si las elecciones fueran hoy, ¿por cuál candidato votaría usted?”
Pregunta 2: “Dígame si usted tiene una opinión muy favorable, un poco favorable, un poco desfavorable o muy desfavorable de los siguientes candidatos…”
Pregunta 3: “¿Cuál de los siguientes candidatos cree usted que sería el mejor para manejar la crisis económica de Bolivia.”
Pregunta 4: “¿Cuál de los siguientes candidatos cree usted que sería el mejor presidente para Bolivia?”.
Pregunta 5 (solo con opciones de la oposición): “Si las elecciones a la presidencia de Bolivia fueran hoy y los candidatos fueran los siguientes, ¿por cuál votaría?”.
Estar preguntas parecen más bien orientadas a medir cierta preferencia/ simpatía por los candidatos. Son preguntas tan generales que se pueden aplicar para escoger al presidente de tu curso en el colegio. Este tipo de preguntas para elegir a un candidato, peor si es en formato digital, pueden dirigirnos a resultados errados y con grandes consecuencias.
Este asunto no es trivial; el futuro del país podría depender de una encuesta, aparentemente, poco transcendental. Si es necesario ajustar los tiempos para asegurar un proceso más riguroso, bien valdría la pena hacerlo.
https://eldia.com.bo/2025-03-28/opinion/enfoques/encuestas-respuestas-acorde-a-las-preguntas.html
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