By Lupe Cajías, El Deber:
Bad Friendships
The long regime of the Movement for Socialism (MAS) chose its friendships poorly. The negative consequences not only affect the (Non) Plurinational State of Bolivia but also the future of its inhabitants. This isn’t about mere anecdotes or historical fabrications as attributed to other inept governments in foreign relations (e.g., Mariano Melgarejo). In this period from 2006 to 2024, the wear and tear are evident in speeches, votes, and obedience to other powerful entities.
Evo Morales Ayma, so proud, even arrogant, in front of other actors like the indigenous people of TIPNIS, accepted with bowed head to be paraded as “the Indian from the south,” the trophy of 21st-century socialism. The press recorded the words, the paternalistic embraces, and the way Hugo Chávez humiliated the Bolivian president. Caracas maintained this attitude of commanding those it considers its subjects throughout these years. The role of its ambassadors, Chavista businessmen, and impositions in social programs became a perverse reflection.
Fidel Castro was a friend of Morales, and Evo admired him. This translated into a presence of Cuban diplomats in decision-making that should be sovereign to a state. Especially in the initial stage, the Cubans held sway over the structure of the state channel or in security advances where Morales would arrive. Never did “the Indian from the south” protest the level of interference from the Bolivarian power.
This interference will need to be investigated in due course because it involved the presence of troops, spies, and sinister networks. The investigation of the events of 2009 at the Las Américas Hotel is just the first page.
Luis Arce Catacora, David Choquehuanca, and the foreign ministers, as well as representations in international organizations, obey what the ALBA countries instruct. In some very dramatic cases such as during the internal war in Syria.
Arce copied the purchases of his Peronist friend Alberto Fernández of the Russian vaccine against Covid 19, despite the fact that the government of Jeanine Añez had already arranged for the free European donation of validated injectables. The history of the Sputnik vaccines was a headache for many and now also for the government itself, with its unpaid bills.
Obedience to Moscow’s directives has led the Plurinational State to support the invasion of Ukraine, which strongly affects the national economy. The repeated explanations of lawyer Rogelio Mayta to try to justify Bolivian votes were so unsustainable that they bordered on the ridiculous.
The friendship with Russia’s Vladimir Putin has not brought benefits to the Bolivian people and contradicts the ideal of non-aligned countries. It becomes highly dangerous when geopolitical, military, and nuclear matters are also discussed.
Even more serious is the Iranian presence in Bolivia, touching highly sensitive areas. Iran invented a massive communication channel for its friend Evo. Abya Yala is not Bolivian. The limit of freedom of expression is the sovereignty of a nation. Never before has a foreign power financed a mass media outlet in Bolivia’s history.
In the Iranian hospital, attire was prevalent that was strange to the “customs and traditions” of the Aymara people. The current Iranian regime represents the opposite of Bolivian libertarian tradition, starting with loose hair against the imposed veil as a gag. The Legislative Assembly has not really investigated what this diplomatic delegation does, how many officials it has, where they move, why, what their resumes are.
These friendships break Bolivia’s century-old behavior of non-aggression towards neighboring countries. Despite the wars the republic has faced for two centuries, Bolivia has been a pacifist nation and at one point was at the forefront of anti-imperialist and anti-colonialist votes in the United Nations.
Opposition parties and coalitions should clearly express their stance on the invasion of Ukraine, supporting the unequal struggle of that country, which is sacrificing lives to defend freedom in the world. Why so much silence?
Even Pope Francis, sometimes so Peronist, is mistaken in asking Kiev to surrender. Russia has managed to place its pieces in Latin America, although the board is no longer so stable. Bolivia is still in time to seek its own positions according to what benefits the country and not a group of friends content with trips, toasts, and little hugs.
Por Lupe Cajías, El Deber:
Malas amistades
El largo régimen del Movimiento al Socialismo (MAS) eligió mal sus amistades. Las consecuencias negativas no sólo afectan al (No) Estado Plurinacional de Bolivia, sino al futuro de los habitantes de este territorio. No se trata de simples anécdotas o falsificaciones históricas como se endilga a otros gobiernos chapuceros en relaciones externas (vr.gr. Mariano Melgarejo). En este periodo 2006-2024, el desgaste se evidencia con los discursos, las votaciones y las obediencias a otros poderosos.
Evo Morales Ayma, tan orgulloso, incluso soberbio, frente a otros actores como los indígenas del TIPNIS, aceptó cabeza gacha que lo luzcan como “el indio del sur”, el trofeo del Socialismo Siglo XXI. La prensa registraba las palabras, los abrazos paternalistas y la forma en la cual Hugo Chávez humillaba al mandatario boliviano. Caracas mantuvo en todos estos años esa actitud de mandar a los que considera sus súbditos. El rol de sus embajadores, de los empresarios chavistas, de las imposiciones en programas sociales, se convirtieron en un reflejo perverso.
Fidel Castro era amigo de Morales y Evo lo admiraba. Eso se tradujo en una presencia de los diplomáticos cubanos en la toma de decisiones que deberían ser soberanas de un estado. Sobre todo, en la primera etapa, los cubanos mandaban en la estructura del canal estatal o en las avanzadas de seguridad donde Morales llegaría. Jamás “el indio del sur” reclamó el nivel de intromisión del poder bolivariano.
Injerencia que se deberá investigar en su momento porque implicó la presencia de tropas, de espías, de redes siniestras. La indagación de los sucesos de 2009 en el Hotel Las Américas es sólo una primera página.
Luis Arce Catacora, David Choquehuanca y los ministros de relaciones exteriores, además de las representaciones en organismos internacionales, obedecen lo que instruyen los países del ALBA. En algunos casos muy dramáticos como durante la guerra interna en Siria.
Arce copió las compras de su amigo peronista Alberto Fernández de la vacuna rusa contra el Covid 19, a pesar de que el gobierno de Jeanine Añez ya tenía gestionada la donación europea gratuita de inyectables validados. La historia de las Sputnik fue un dolor de cabeza para muchos y ahora también para el propio gobierno, con sus cuentas impagas.
La obediencia a las líneas de Moscú ha llevado al Estado Plurinacional a respaldar la invasión a Ucrania que afecta fuertemente la economía nacional. Las repetidas explicaciones del abogado Rogelio Mayta para intentar justificar las votaciones bolivianas eran tan insostenibles que rozaban el ridículo.
La amistad con la Rusia de Vladimir Putin no ha traído beneficios para el pueblo boliviano y contradice el ideal de los países no alineados. Se convierte en altamente peligrosa cuando además se habla de asuntos geopolíticos, bélicos, nucleares.
Aún más grave es la presencia iraní en Bolivia que toca áreas altamente sensibles. Irán inventó un canal masivo de comunicación para su amigo Evo. Abya Yala no es boliviano. El límite de la libertad de expresión es la soberanía de una nación. Jamás una potencia extranjera financió un medio de masas en la historia de Bolivia.
En el hospital iraní primaba una vestimenta extraña a los “usos y costumbres” del pueblo aimara. El actual régimen iraní representa lo contrario de la tradición libertaria boliviana, empezando por los cabellos sueltos frente al velo impuesto como mordaza. La Asamblea Legislativa no ha investigado realmente qué hace esa delegación diplomática, cuántos funcionarios tiene, donde se mueven, por qué, cuáles son sus hojas de vida.
Estas amistades rompen el centenario comportamiento boliviano de no agresión a los países vecinos. A pesar de las guerras que enfrentó la república desde hace dos siglos, Bolivia fue una nación pacifista y en su momento vanguardia en las votaciones antiimperialistas y anticolonialistas en Naciones Unidas.
Los partidos y coaliciones de oposición deberían expresar claramente su postura frente a la invasión a Ucrania, respaldar la desigual lucha de ese país que entrega vidas para defender la libertad en el mundo. ¿Por qué tanto silencio?
Hasta el papa Francisco, a veces tan peronista, se equivoca pidiendo a Kiev la rendición. Rusia ha conseguido poner sus fichas en América Latina, aunque el tablero ya no sea tan firme. Bolivia está a tiempo de buscar sus propias posturas según convengan al país y no a un grupo de amigos que se contentan con viajes, brindis y abracitos.
https://eldeber.com.bo/edicion-impresa/malas-amistades_364310
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