Renzo Abruzzese, El Deber:
For many, the dispute between the two factions of MAS is more apparent than real, although there is no doubt that the contradictions and confrontations between both factions have progressed and have reached levels that would clearly establish that, between Evo Morales and Luis Arce Catacora, there are very few divergent points and many identical ambitions. Ultimately, although they have become opposing candidates, this does not mean that the political movement that shelters them is effectively divided. I doubt that such division exists. My hypothesis is based on the idea that what unites the Movement for Socialism is a sense of race rather than a formalized political doctrine as ideology. In other words, the only “ideology” that effectively gives them a particular identity and a sense of unity is the racial sentiment in which they participate. Morales incorporated this racial sentiment throughout the structure of state power, racializing politics, the political, and the political institutions of modern democracy.
It is possible, therefore, that the discrepancies between Evo Morales and Arce Catacora become increasingly intense and reach radical levels, to the point where the only way to resolve the internal conflict is for one of them to step aside or disappear from the party spectrum. This, I believe, will surely happen as part of any solution to the internal problem they face.
However, it does not mean that the membership aligned with the loser will disappear. I believe that, due to the particular characteristics of this political organization, the followers of the eventual loser will not cease to be ‘masistas,’ and consequently, the division of the leadership will not be fully reflected in the social bases of MAS.
The one who loses the current struggle would not only lose the possibility of being president but also the benefits and pleasures that Power grants and which they have enjoyed. Moreover, they understand that they would be left to their own devices, which, as we know, is the worst thing that can happen to a politician obsessed with Power, its privileges, and its past.
Based on these hypotheses, I have a hunch that ultimately what the ‘masistas’ will debate is the continuity of the movement beyond the continuity of its current leaders. They will do this because it is the only way for the once powerful MAS to project itself as a political option in the immediate future. Additionally, there is something very subjective yet glaringly visible: the enjoyment of Power has become part of the preferences of many sectors that were excluded from these pleasant privileges for centuries. In fact, there are quite a few ‘masistas’ who secretly harbor the hope of replacing Evo, Luis, or anyone who stands in the way of their political destiny.
Whichever path the immediate future of MAS takes, the political system that we are struggling to rebuild will have a tough interlocutor for a long time: the Movement for Socialism
Para muchos la disputa que hay entre las dos fracciones del MAS son aparentes más que reales, aunque no quepa la menor duda de que las contradicciones y los enfrentamientos entre ambas fracciones han ido en progreso y han alcanzado ribetes que dejarían claramente establecido que, entre Evo Morales Y Luis Arce Catacora hay muy pocos puntos divergentes y muchísimas ambiciones idénticas, y finalmente, aunque se han transformado en candidatos enfrentados, esto no significa que el movimiento político que los cobija esté efectivamente dividido, yo dudo que tal división sea así. Mi hipótesis se basa en que, al Movimiento al Socialismo lo une un sentimiento de raza y no una doctrina política formalizada como ideología, es decir, la única “ideología” que efectivamente les otorga una identidad particular y un espíritu de cuerpo es el sentido de raza del que participan, un sentimiento racial que Morales incorporó en toda la estructura del poder del Estado racializando la política, lo político y las instituciones políticas propias de la democracia moderna.
Es posible en consecuencia que las discrepancias entre Evo Morales y Arce Catacora sean cada vez más intensas y que lleguen a niveles radicales, es decir, a un punto en que la única forma de solucionar el conflicto interno sea que uno de ellos de un paso al costado o desaparezca del espectro partidario, cosa que (en mi criterio) con seguridad pasará en tanto es parte básica de cualquier solución al problema interno que los enfrenta.
Empero, no significa que la militancia afín al perdedor desaparezca, pienso que, por las particulares características de esa organización política, los seguidores del que finalmente sea derrotado no van a dejar de ser masistas, y en consecuencia la división de la cúpula no se reflejará del todo en las bases sociales del MAS.
El que pierda la lucha que hoy disputan no solo perdería la posibilidad de ser presidente, sino, los beneficios y los placeres que el Poder otorga y del que ellos si supieron disfrutar, sino, además, comprenden que quedarían abandonados a su propia suerte, lo que como sabemos, es lo peor que le puede pasar a un político que vive obsesionado por el Poder, sus prebendas y su pasado.
Basado en éstas hipótesis tengo la corazonada que en última instancia lo que los masistas van a debatir es la continuidad del movimiento más allá de la continuidad de sus actuales caudillos, y lo van a hacer dado que es la única forma en que el otrora poderoso MAS logre proyectarse como una opción política en el futuro inmediato, a lo que se debe sumar algo muy subjetivo pero estrepitosamente visible, el disfrute del Poder hace ya parte de las preferencias de muchísimos sectores que, durante siglos fueron excluidos de esos placenteros privilegios, de hecho hay bastantes masistas que cultivan secretamente la esperanza de sustituir a Evo, a Luis o cualquiera que se interponga en su destino político.
Por cualquier via que tome el futuro inmediato del MAS, el sistema político que difícilmente tratamos de reconstruir, ha de tener por mucho tiempo un duro interlocutor; el Movimiento al Socialismo.
https://eldeber.com.bo/edicion-impresa/se-dividira-el-mas_357246
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