Julio Rojas, Los Tiempos:
The story of Thaki and Chojñita, two orphaned bears who live in Senda Verde
Chojñita, the rescued jukumari bear who now lives in Senda Verde. | Green Path
Thaki, the bear cub who was orphaned at three weeks of birth. | Green Path
Two dead jukumari bears and two orphaned cubs is the result of an irrational hunt in the valleys of Inquisivi. The tragic story begins on Friday, October 1, when the Forest and Environmental Protection Police (Pofoma) of La Paz receives an anonymous call denouncing a person in Cahuata for having a jukumari bear.
The uniformed, as is already part of the protocol, coordinated with Senda Verde to prepare to receive a bear cub that would be rescued. When they went to the place they found a weeks-old bear lying on a bed, totally malnourished, with parasites in its legs and distemper.
“They (Pofoma) receive the news that there was a female and they go to look for the female, but they find that little one and they are told that there was a second little bear, they look for it in the community and they cannot find it. Unfortunately, there is a kind of complicity or pact of silence in the communities; then, we (Senda Verde) received a call two days later indicating that there was another bear that was handed over voluntarily and anonymously so as not to have problems with the authorities”, said Vicky Ossio, co-founder of the foundation.
Obviously – says Vicky – there are two dead mothers. “We thought they were little brothers, but apparently not, she is a little older than him.”
She describes petism as irrational, having wild animals as pets, having a bear at home is unthinkable. “The idea (which they actually have) is to try to sell them, take them abroad, but unfortunately there is another issue, and that is that they kill them to sell the parts: the legs as luck or amulet and eat the rest.”
Vicky says that this situation is very sad because the people who commit this crime do not realize the importance of the Andean bear because it is the guardian of the springs, “they live throughout the inter-Andean valley, where there is a bear there is health of the ecosystem because they take care of all that territory”.
Mistreatment
The smallest of four weeks, according to the calculation of the experts, arrived at the shelter weighing 2 kilos with 400 grams; while the female, a little over a month old, weighed one kilo with 700 grams.
“The saddest thing is that they have both been taken out of the den, that is, they are very small.” When they rescued the little bears, they thought that the future of both was uncertain because they no longer learn anything from their mother and, obviously, they drink very little breast milk, which is so important for mammals.
Both were very poorly fed because people don’t know what to give them and they were given any type of high-fat milk. “The little boy had distemper, which implied that he had an infection, surely in the lungs. So it has taken a lot for him to move forward.”
Both had chiggers (parasites) on their legs because the cubs walked through various places not suitable for them, such as pig farms where these parasites usually exist.
“It is the first time that bears have been seen with chiggers on their little legs, it is obvious that they were not in their natural environment, they have been taken from their environment very small.”
After much effort and dedication, Thaki (path or trail) and Chojñita (green) became physically stronger and both keep each other company in the absence of their mothers. They were baptized by Tomás Quispe, the foundation’s bear wildlife ranger.
“Chojñita is now weighing 12 kilos 600 (grams), almost 13 kilos; while the macho has had a hard time gaining weight, but he is 5 kilos with 700 (grams), almost 6 kilos”.
Vicky says that they are both together, they are very close, they accompany each other. “At the beginning it was a very difficult fight to get them through.” When they are one year old they will be separated because they are solitary in the wild, until then Senda Verde will look for and prepare a place with fences to move them, each one requires between 1 and 3 thousand meters to move.
La historia de Thaki y Chojñita, dos ositos huérfanos que viven en Senda Verde
- Chojñita, la osita jukumari rescatada y que ahora vive en Senda Verde. | Senda Verde
Chojñita, la osita jukumari rescatada y que ahora vive en Senda Verde. | Senda Verde
Thaki, el osezno que quedó huérfano a las tres semanas de nacer. | Senda Verde- Thaki, el osezno que quedó huérfano a las tres semanas de nacer. | Senda Verde
Dos osas jukumari muertas y dos oseznos huérfanos es el resultado de una cacería irracional en los valles de Inquisivi. La trágica historia comienza el viernes 1 de octubre, cuando la Policía Forestal y de Protección al Medio Ambiente (Pofoma) de La Paz recibe una llamada anónima denunciando a una persona en Cahuata por la tenencia de un osito jukumari.
Los uniformados, como ya es parte del protocolo, coordinaron con Senda Verde para que se prepare para recibir a un osezno que sería rescatado. Cuando acudieron al lugar hallaron recostado sobre una cama a un oso de semanas de nacido, totalmente desnutrido, con parásitos en las patitas y moquillo.
“Ellos (Pofoma) reciben la noticia de que había una hembrita y van a buscar a la hembrita, pero encuentran a ese pequeño y les dicen que había un segundo osito, lo buscan en la comunidad y no logran encontrarlo. Lamentablemente, hay una suerte de complicidad o pacto de silencio en las comunidades; entonces, nosotros (Senda Verde) recibimos una llamada dos días después indicando que había otro osito que fue entregado voluntariamente y de forma anónima para no tener problemas con las autoridades”, dijo Vicky Ossio, co-fundadora de la fundación.
Obviamente- dice Vicky- hay dos madres muertas. “Pensábamos que eran hermanitos, pero aparentemente no, ella es un poco más grande que él”.
Ella califica de irracional el mascotismo, el tener animales silvestres como mascotas, el tener un oso en casa es impensable. “La idea (que tienen en realidad) es tratar de venderlos, sacarlos al exterior, pero desgraciadamente hay otro tema, y es que los matan para vender las partes: las patas como suerte o amuleto y se comen el resto”.
Vicky dice que es muy triste esta situación porque la gente que comete este delito no se da cuenta de la importancia del oso andino porque es el guardián de los ojos de agua, “ellos viven en todo el valle interandino, donde hay oso hay salud del ecosistema porque cuidan todo ese territorio”.
Maltrato
El más pequeño de cuatro semanas, según el cálculo de los expertos, llegó al refugio pesando 2 kilos con 400 gramos; mientras que la hembra de un poco más de un mes de nacida, pesaba un kilo con 700 gramos.
“Lo más triste es que a ambos los han sacado de madriguera, o sea, ellos están muy pequeñitos”. Cuando rescataron a los ositos pensaron que el futuro de ambos era incierto porque ya no aprenden nada de su madre y, obviamente, toman muy poca leche materna que es tan importante para los mamíferos.
Ambos estaban muy mal alimentados porque la gente no sabe qué se les tiene que dar y les dieron cualquier leche con mucha grasa. “El pequeño botó un moquillo, lo que daba a entender que tenía una infección, seguramente en los pulmones. Entonces le ha costado mucho salir adelante”.
Ambos tenían niguas (parásitos) en sus patitas porque los oseznos caminaron por varios lugares no aptos para ellos como son los criaderos de chanchos donde usualmente existen esos parásitos.
“Es la primera vez que se ha visto osos con niguas en sus patitas, es obvio que no estaban en su ambiente natural, han sido sacados de su ambiente muy chiquitos”.
Después de mucho esfuerzo y dedicación, Thaki (camino o sendero) y Chojñita (verde) se fortalecieron físicamente y ambos se hacen compañía ante las falta de sus madres. Fueron bautizados por Tomás Quispe, el guarda fauna de los osos de la fundación.
“Chojñita ahora ya está pesando 12 kilos 600 (gramos), casi 13 kilos; mientras que al machito le ha costado mucho ganar pesa, pero está con 5 kilos con 700 (gramos), casi 6 kilos”.
Vicky dice que ambos están juntos, son muy unidos, se acompañan uno al otro. “Al comienzo fue una pelea muy difícil para lograr sacarlos adelante”. Cuando cumplan un año serán separados porque ellos son solitarios en vida silvestre, hasta entonces Senda Verde buscará y acondicionará un lugar con cercos para trasladarlos, mínimamente cada uno requiere entre 1 y 3 mil metros para desplazarse.
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