By El Deber:

Valeria Carrazana, entrepreneur and TikToker
“From entrepreneurs and activists to housewives, these change-makers are cultivating economy, community, and hope”
This movement was born thanks to CompostARTE, an initiative promoted by the Swisscontact Foundation, Ecofractal, and EMACRUZ, which provided families, neighborhoods, and institutions with composters and technical support.
The system, based on accelerator microorganisms, transforms organic waste into fertile soil in just one month—odorless, without stirring, watering, or leachate. All it takes is chopping up kitchen scraps, covering them with soil, and letting the microorganisms do their work. Thus, in patios, balconies, or hallways, life begins to regenerate.

This is a campaign that benefits the environment, where over 70 women from Santa Cruz are turning their kitchen waste into fertile soil. From entrepreneurs and activists to housewives, these protagonists of change are cultivating economy, community, and hope.
Dolly Zurita doesn’t throw her peels in the trash
She patiently separates them, chops them into pieces, and layers them inside a composter installed in her backyard, in the Blooming neighborhood. Then she waits. A month later, she holds something in her hands she never imagined before: black, moist, living soil.
“It’s so good for my plants that I’ve started to package and sell it,” she says. From her kitchen scraps, a small business was born. A new cycle. A new way of living.
Like Dolly, there are dozens of housewives and entrepreneurs leading a quiet transformation. It’s not just trash they’re changing: it’s also their habits, their surroundings, and, in many cases, their finances.
Valeria Carrazana: Entrepreneur and TikToker

In the central part of the city, Valeria Alejandra Carrazana separates organic waste such as fruit and vegetable peels, coffee grounds, and mate residues. She has a composter at home and a family nursery. “We used to buy enriched soil—it was expensive. Now we produce our own; it’s a saving and a joy,” she says, adding that in just a few months, they harvested 250 kilos of compost. “It was a before and after for us; now it’s a habit,” she says.

The experience changed her so much that she decided to share it with her TikTok followers. On her account @valeriacarrazana7, she shows how to compost easily, from home, with rhythm, joy, and consistency.
Campaign: Turn what once seemed useless into something fertile
These women aren’t waiting for big changes from above—they’re cultivating them from below, from the soil. They compost with their hands, as families, as communities. They do it in small spaces, with big results. They are transforming what once seemed useless into something fertile. They nourish their plants, their ventures, and their neighborhoods.

And in that everyday gesture—separating organic waste, covering it with soil, and waiting—they are writing another possible story for Santa Cruz: a story where trash is no longer a problem, but a solution.
When these women recycle their waste into fertile soil, they’re not just solving an environmental problem. They are sowing new ways of living, producing, and relating to what used to be discarded. And that transformation, quiet but powerful, is already beginning to take root throughout the city.
Support: Home composting
This campaign is supported by Antonio Eid P. and Pablo Mancilla from Ecofractal.
Por El Deber:

Valeria Carrazana, emprendedora y tiktoker
“Desde emprendedoras y activistas hasta amas de casa, estas protagonistas del cambio están cultivando economía, comunidad y esperanza”
Este movimiento nace gracias a CompostARTE, una iniciativa impulsada por la Fundación Swisscontact, Ecofractal y EMACRUZ, que dotó a familias, barrios e instituciones de composteras y acompañamiento técnico.
El sistema, basado en microorganismos aceleradores, transforma los residuos orgánicos en tierra fértil en solo un mes, sin olores, sin remover, regar, ni lixiviados. Basta con cortar los restos de cocina, cubrirlos con tierra y dejar que los microorganismos hagan su trabajo. Así, en patios, balcones o pasillos, la vida empieza a regenerarse.

Hablamos de una campaña que beneficia el medio ambiente, donde más de 70 mujeres cruceñas están convirtiendo sus restos de cocina en tierra fértil. Desde emprendedoras y activistas hasta amas de casa, estas protagonistas del cambio están cultivando economía, comunidad y esperanza.
Dolly Zurita no tira sus cáscaras a la basura
Las separa con paciencia, las corta en pedacitos y las deposita en capas dentro de una compostera instalada en el patio de su casa, en el barrio Blooming. Luego espera. Un mes después, recoge entre sus manos algo que antes ni imaginaba: tierra negra, húmeda, viva.
“Es tan buena para mis plantas, que la empiezo a empacar para venderla”, cuenta. De sus restos de cocina nació un pequeño negocio. Un ciclo nuevo. Un nuevo modo de vivir.
Como Dolly, hay un grupo de decenas de amas de casa y emprendedoras que están protagonizando una transformación silenciosa. No es solo basura la que están cambiando: también sus hábitos, su entorno y, en muchos casos, su economía.
Valeria Carrazana: Emprendedora y tiktoker

En la zona central de la ciudad, Valeria Alejandra Carrazana separa los restos orgánicos como las cáscaras de frutas y verduras, borra de café, restos de mate. Tiene una compostera en casa y un vivero familiar. “Antes comprábamos tierra abonada, era caro. Ahora producimos la nuestra, es un ahorro y una alegría”, y comenta que, en pocos meses, cosechó 250 kilos de abono. “Fue un antes y un después para nosotros, ahora es un hábito”, dice.

Tanto le cambió la experiencia que decidió compartirla con sus seguidores en TikTok. En su cuenta @valeriacarrazana7 muestra cómo compostar sin complicaciones, desde casa, con ritmo, alegría y constancia.
Campaña: Transforma lo que parecía inútil en algo fértil
Estas mujeres no esperan grandes cambios desde arriba: los cultivan desde abajo, desde la tierra. Compostan con sus manos, en familia, en comunidad. Lo hacen en pequeños espacios, con grandes resultados. Están transformando lo que parecía inútil en algo fértil. Alimentan sus plantas, sus emprendimientos y sus barrios.

Y en ese gesto cotidiano -el de separar los residuos orgánicos, cubrirlos con tierra y esperar- están escribiendo otra historia posible para Santa Cruz: una historia donde la basura ya no es problema, sino solución.
Cuando estas mujeres reciclan sus residuos en tierra fértil, no solo están resolviendo un problema ambiental. Están sembrando nuevas formas de vivir, de producir, de relacionarse con lo que antes se desechaba. Y esa transformación, silenciosa pero poderosa, ya está empezando a echar raíces en toda la ciudad.
Apoyo: Compostaje en casa.
Esta campaña cuenta con el aporte de Antonio Eid P. y Pablo Mancilla, de Ecofractal.
https://www.eldeber.com.bo/para-ellas/mas-de-70-mujeres-hacen-del-desecho-una-oportunidad_521864/
