By Opinion:
This Sunday, wallunk’as began in various places, such as El Paso in Quillacollo. They will continue for several weeks, especially on weekends.

After the Day of the Dead and, following tradition, with the farewell to souls, the wallunk’as now begin. This Sunday, they started in various places, such as El Paso in Quillacollo.
These are swings set up with tree trunks anchored to the ground, forming an arch from which ropes hang high above. At the base of the swing, phullus (handmade wool blankets) are often used as colorful seats. In front, there’s another decorated arch with baskets and flowers, or more recently, buckets and floaties, which become prizes for those who manage to kick them down while swinging on the wallunk’a.
Traditionally, women are the ones who get on the wallunk’a, while men, known as jaladores, pull ropes attached to the main rope to help the swing. In El Paso, there were also women acting as jaladoras.
There, those who dared to swing won prizes like bins, floaties, buckets, and more.
Part of the ritual includes a live band playing a celebratory tune when someone wins a prize, accompanied by a ch’alla using a bowl of chicha (a drink made from fermented corn).

The wallunk’as will stay up for several weeks, mainly on weekends.
Por Opinión:
Este domingo comenzaron en distintos lugares, como en El Paso, en Quillacollo. Continuarán instaladas durante varias semanas, sobre todo los fines de semana.

Tras el Día de Difuntos y, según la tradición, con la despedida de las almas comienzan, ahora, las wallunk’as. Este domingo comenzaron en distintos lugares, como en El Paso, en Quillacollo.
Se trata de columpios instalados con troncos anclados a la tierra, que forman un arco del que cuelgan, a lo alto, las cuerdas. En la base del columpio, a modo de asiento, se suelen utilizar ‘phullus’ (tejidos de lana de oveja hechos a mano) de colores. Enfrente, hay otro arco adronado que, en la parte superior, tiene canastillos y flores o, más en la actualidad, baldes y bañadores, que se convierten en los premios de quien logra quitarlos de ahí con los pies, mientras se balancea en la wallunk’a.
Tradicionalmente, las mujeres son quienes suben a la wallunk’a y los hombres son los denominados ‘jaladores’, quienes con cuerdas sujetadas a la cuerda principal impulsan el balanceo. En El Paso, también había mujeres jaladoras.
Ahí, quienes se animaron a subirse a la walunk’a lograron premios como tachos, bañadores, baldes y otros.
Es parte del ritual que cuando se logra extraer uno de los premios suene una diana con grupo musical en vivo en los locales, y se dé una ch’alla con una tutuma de chicha (bebida elaborada con maíz fermentado).

Las wallunk’as continuarán instaladas durante varias semanas, sobre todo los fines de semana.
