By Juan Jose Toro, Vision 360:
By curbing hyperinflation, it also contained the economic crisis, and although Paz Estenssoro said it shouldn’t last more than 20 years, it is now on track to reach 40.
“Bolivia is dying.” This phrase, uttered by Víctor Paz Estenssoro on August 29, 1985, to justify the enactment of Supreme Decree 21060, has become one of the most iconic in Bolivia’s history, as it reflected the harsh reality of its time.
Thirty-nine years ago, our country was mired in an economic crisis that led to the worst inflation in its history. The decree was approved by the cabinet after Paz convened his ministers and practically locked them in until they did so. One often forgotten detail of that moment is that most of the MNR (Nationalist Revolutionary Movement) opposed the implementation of a law that, at first glance, aligned with a global trend dubbed “neoliberalism.” The opposition was thus more political than economic, but what Bolivia needed at that moment was an economic solution.
Eventually, the decree was enacted, and the rest is well-known history: it sparked fierce opposition, resulting in protests that were difficult to quell, even with a state of siege. Dozens of leaders were exiled, and practically no one acknowledged an evident fact: hyperinflation was halted.
Decree 21060 was a turning point, and now that more than a generation has passed since its enactment, it is a fitting time to study its history. Like any historical event, it can be divided into “before” and “after.” The “after” is well-known to all Bolivians, as we continue to live it, but the “before” is less understood.
How did we reach August 29, 1985? That story can be found, summarized, in Chapter 5 of the book “The End of Poverty” by economist Jeffrey D. Sachs, who is considered the architect of the economic model established by the decree. In those pages, Sachs himself names the two people who facilitated his connection with Bolivia: David Blanco and Ronald MacLean, who were at Harvard University attending a development seminar organized by the World Bank. “A young Bolivian, Ronald MacLean, a graduate of the Kennedy School and later mayor of La Paz and a great friend of mine, stood up and began the seminar with the most astonishing description of Bolivian hyperinflation that I could have imagined,” he wrote.
The rest cannot fit into such a short article and deserves at least a historiographical essay. To conclude, I’ll note that Decree 21060 was born at Harvard and was not precisely the work of Paz Estenssoro but of a team of people who worked even against their own interests, facing opposition from the older and more conservative factions. By curbing hyperinflation, it also contained the economic crisis, and although Paz Estenssoro said it shouldn’t last more than 20 years, it is now on track to reach 40, as no government has dared to replace it. This is the first proof that, to date, it remains the only recipe keeping Bolivia’s economy alive.
Por Juan Jose Toro, Vision 360:
Al frenar la hiperinflación, también contuvo la crisis económica y, aunque Paz Estenssoro dijo que no debía extenderse más de 20 años, va camino a cumplir 40.
“Bolivia se nos muere”. Esa frase, que Víctor Paz Estenssoro pronunció el 29 de agosto de 1985, para justificar la promulgación del Decreto Supremo 21060, ha pasado a la historia de Bolivia como una de las más icónicas, puesto que reflejaba la realidad de su tiempo.
Hace 39 años, nuestro país estaba sumido en una crisis económica que dio paso a la peor inflación de su historia. El decreto fue aprobado por el gabinete luego de que Paz convocara a sus ministros y prácticamente los encerró hasta que lo hicieran. Y es que uno de los detalles olvidados de aquel momento es que el grueso del MNR estaba en contra de viabilizar una norma que, a primera lectura, se alineaba en una corriente mundial que había sido bautizada como “neoliberalismo”. La oposición, por tanto, era más política que económica y lo que necesitaba Bolivia, en ese momento, era una solución económica.
Finalmente, el decreto se promulgó y el resto es historia conocida: se desató una visceral oposición en su contra traducida en protestas que fueron difícilmente frenadas con un estado de sitio. Decenas de dirigentes fueron exiliados y prácticamente nadie reconoció un hecho evidente: se frenó la hiperinflación.
El 21060 fue un parteaguas y, como ya ha transcurrido más de una generación desde que fue promulgado, es tiempo oportuno para estudiar su historia. Como todo hecho histórico, este se divide en “antes” y “después”. El “después” lo conocemos todos los bolivianos, pues lo seguimos viviendo, pero lo que se conoce poco es el “antes”.
¿Cómo se llegó hasta el 29 de agosto de 1985? Esa historia se la puede encontrar, resumida, en el capítulo 5 del libro “The end of poverty” (“El fin de la pobreza”) del economista Jeffrey D. Sachs, al que se considera autor del modelo económico instaurado con el decreto. En esas páginas, el propio Sachs da los nombres de las dos personas que posibilitaron su contacto con Bolivia, David Blanco y Ronald MacLean, que estaban en la Universidad de Harvard participando en un seminario sobre desarrollo organizado por el Banco Mundial. “Un joven boliviano, Ronald MacLean, titulado por la Kennedy School y que posteriormente llegaría a ser alcalde de La Paz y un gran amigo mío, se puso de pie e inició el seminario con la descripción más asombrosa de la hiperinflación boliviana que yo pudiera hacer imaginado”, escribió.
Lo demás no cabe en un artículo tan corto como este y merece por lo menos un ensayo historiográfico. Redondeo señalando que el 21060 nació en Harvard y no fue precisamente obra de Paz Estenssoro sino de un equipo de personas que trabajó incluso contra sí mismo, por la oposición de los mayores y más conservadores. Al frenar la hiperinflación, también contuvo la crisis económica y, aunque Paz Estenssoro dijo que no debía extenderse más de 20 años, va camino a cumplir 40, puesto que ningún gobierno se atrevió a reemplazarlo, lo que constituye la primera prueba de que, hasta ahora, es la única receta que mantiene viva a la economía boliviana.
https://www.vision360.bo/noticias/2024/08/28/10872-el-decreto-de-harvard
