By El Diario:
Federalism Proposed While Autonomies Are Still in Their Infancy
- Political scientist Franklin Pareja, in an interview with EL DIARIO, warned that Bolivia risks turning to federalism as a solution to a problem that is actually the result of never having implemented the autonomy model already enshrined in the Constitution.

The debate on federalism has resurfaced; however, for political analyst Franklin Pareja, the discussion is mistimed and misprioritized. In his view, federalism is a long-term solution, difficult to implement within the current institutional structure, and above all, unnecessary while the country has not even made the autonomy regime, already established in the Political Constitution of the State, function in practice. The problem is not the autonomy model, he insists, but hyper-centralism, which has left it on paper only.
In an interview with EL DIARIO, Pareja recalled that since 2009, Bolivia has defined itself as an autonomous state; however, in practice it has continued to operate under a centralist and presidentialist logic, where decisions—especially economic ones—are made at the national level.
Governors and mayors are elected by popular vote, yet they have been subordinated to the central bureaucracy, to the point where a mid-level official in the Ministry of Economy could have more decision-making power than an elected departmental authority. With this system, it is absurd to speak of “failure” of the autonomies. “Something that was never implemented cannot fail,” he said.
In this context, the shift toward federalism appears to some sectors as the natural response to regional disenchantment, especially in Santa Cruz and Tarija.
Pareja warned that a change of this magnitude requires a constitutional reform, a new political pact, and a series of departmental referendums, which would make the process long, complex, and uncertain. Meanwhile, Bolivia already has an autonomy framework that, if seriously applied, could redistribute power and resources without the need to reinvent the State.
The political scientist proposed a clear path: adjust the regulatory framework, finally tackle the fiscal pact, and ensure that all transfers of competencies come with sufficient resources so that departments and municipalities stop functioning as begging administrations.
Only with real autonomies—territories with money, power, and decision-making capacity—will it be possible to rigorously evaluate whether it makes sense to eventually move toward federalism.
Today, concludes Pareja, the urgent task is not to change the model but to finally start the autonomy engine that the country has been declaring for 15 years but has never truly put into motion.
Regarding the topic, El Decano de la Prensa Nacional also interviewed historian Roberto Arze, who noted that at the end of the 19th century, Bolivia experienced the so-called Federal War, which arose from the dispute over the location of the capital between Sucre and La Paz.
The federalism controversy in Bolivia began in the 1870s with Andrés Ibáñez’s rebellion, and the only attempt to implement the federal system was suppressed, even by those who promoted it, he recalled.
He added that the federal banner mobilized political and even social forces, as the conservative elites of La Paz aligned with the liberal movement, leading to the 1899 war as an expression of the struggle between the concentrated power in Chuquisaca and the more economically and commercially vital power in the La Paz region.
Por El Diario:
Proponen federalismo con autonomías aún en pañales
- El politólogo Franklin Pareja, en entrevista con EL DIARIO, advirtió que Bolivia corre el riesgo de buscar en el federalismo la solución a un problema que, en realidad, es la consecuencia de no haber aplicado jamás el modelo autonómico que ya está en la Constitución.

El debate sobre el federalismo se volvió a activar; pero para el analista político Franklin Pareja, la discusión está mal planteada en tiempos y prioridades. A su juicio, el federalismo es una salida de larguísimo aliento, difícil de aplicar en la estructura institucional actual y, sobre todo, innecesaria mientras el país ni siquiera ha hecho funcionar el régimen de autonomías ya consagrado en la Constitución Política del Estado. El problema no es el modelo autonómico, insiste, sino un hipercentralismo que lo ha dejado en papel mojado.
En entrevista con EL DIARIO, Pareja recordó que desde 2009 Bolivia se define como un Estado autonómico; sin embargo, en la práctica ha seguido operando bajo una lógica centralista y presidencialista, donde las decisiones, especialmente las económicas, se toman a nivel nacional.
Gobernadores y alcaldes son elegidos por voto popular, aunque han estado subordinados a la burocracia del poder central, al punto de que un funcionario medio del Ministerio de Economía podía tener más capacidad de decisión que una autoridad departamental electa. Con ese esquema, resulta absurdo hablar de “fracaso” de las autonomías. “No puede fracasar aquello que nunca se implementó”, dijo.
En este contexto, el giro hacia el federalismo aparece para ciertos sectores como la respuesta natural al desencanto regional, especialmente en Santa Cruz y Tarija.
Pareja advirtió que un cambio de esta magnitud exige una reforma constitucional, un nuevo pacto político y una cadena de referendos departamentales que harían del proceso algo largo, complejo e incierto. Mientras tanto, Bolivia ya cuenta con un diseño autonómico que, de aplicarse en serio, podría redistribuir poder y recursos sin necesidad de refundar el Estado.
El politólogo planteó una ruta clara: ajustar el marco normativo, encarar de una vez el pacto fiscal y garantizar que toda transferencia de competencias vaya acompañada de recursos suficientes para que gobernaciones y municipios dejen de ser administraciones mendicantes.
Solo con autonomías reales. territorios con dinero, poder y capacidad de decisión, se podrá evaluar con rigor si en el futuro tiene sentido dar el salto al federalismo.
Hoy, concluye Pareja, la tarea urgente no es cambiar de modelo, sino encender por primera vez el motor autonómico que el país lleva 15 años declarando, pero nunca ha puesto verdaderamente en marcha.
Al respecto del tema, El Decano de la Prensa Nacional, también entrevistó al historiador Roberto Arze, quien al respecto del federalismo indicó que a fines del siglo XIX nuestro país tuvo la denominada Guerra Federal, que surgió a raíz de la disputa por la sede de la capital entre Sucre y La Paz.
La polémica del federalismo comienza en Bolivia durante la década del 70 del siglo XIX con la rebelión de Andrés Ibáñez y el único intento de poner en práctica el sistema federal fue sofocada, inclusive por quienes promovían este sistema de gobierno, recordó.
Agregó que la bandera federal fue movilizadora de fuerzas política e inclusive sociales, los conservadores paceños se adhirieron al movimiento liberal y se dio la guerra de 1899 como una expresión de una lucha entre el poder concentrado en Chuquisaca y el existente en la zona de La Paz, que era comercial, económico y obviamente más vital. Las apariencias conducen a que esto fue verdad.
https://www.eldiario.net/portal/2025/12/01/proponen-federalismo-con-autonomias-aun-en-panales/
