By Miguel V. de Torres, El Pais:
Political Chronicle of the Week
While the opposition takes irreversible positions, in the popular bloc the possibility of Andrónico’s sole candidacy remains open, but so does a legal purge that would leave only Arce’s MAS standing.
A week of many definitions comes to a close, paving the way for the one that will be “definitively definitive but,” since the Supreme Electoral Tribunal still has the final word with disqualifications until June 6, and after that, the Constitutional Court with the appeals. Nothing is ever truly final in this convoluted political system with institutions more willing to sabotage democracy than to promote it.
The news in the opposition bloc
In the opposition bloc, the possibility of forming a single front is considered out of the question, since alliances can no longer be modified. However, a slight change in criteria has opened the door for some of the political parties that hastily registered on April 18 to withdraw without penalty. This is a relief for the MNR, which was already considering sacrificing its acronym if that helped “save the country”—which, in its view, means preventing MAS or any of its derivatives from winning again.
This change in the MNR’s status has sidelined Chi Hyun Chung, who in any case was a fading candidate: the element of surprise and his “novel” discourse had already run its course in 2019 and 2020, and the seriousness of the current moment has left no room for experimentation.
The other major shift was Jaime Dunn’s confirmation of a party: it will be Nueva Generación Patriótica that tries to capitalize on the expectations surrounding a liberal economist new to politics, who echoes some of Argentine President Javier Milei’s arguments. But Dunn has quickly discovered how tough the terrain is: his emergence coincided with the split between Tuto and Doria Medina and was welcomed on social media—until his professional background came to light. Years of service as a high-ranking (appointed) official at the securitization company of the Productive Development Bank (BDP), MAS party card included, earned him the stigma of “functionary – infiltrator.” Later, he tried to woo old foxes like the MNR and ADN, who retaliated on social media, and his latest move toward Nueva Generación Patrióticahas not improved his standing: the new party remains a one-man operation, founded by another wealthy migrant in the U.S., Édgar Uriona, who lacks experience, credibility, and also demanded the vice presidency.
In that spectrum, by the way, Rodrigo Paz and “Captain” Edman Lara signed a kind of alliance—not a running ticket—to form a bloc of “young and new leaders” to attract votes, and they hope Jaime Dunn will join them. It sounds almost like a farewell (likely with a promised ministerial or congressional seat).
Meanwhile, Samuel Doria Medina continues moving slowly but steadily across the country, flooding social media and floating trial balloons regarding his vice-presidential picks. The latest: Andrea Barrientos, a solid senator from Comunidad Ciudadana, who once paid the price for honest remarks that someone tried to label as a youthful blunder: during a Senate session on a specific law, she said they had “more in common with MAS than with Creemos.” Taken out of context, it spoiled everything. And that was the end of that.
Tuto Quiroga is less active, having returned to his international work, and so is Manfred Reyes Villa, who this week was on the ropes due to Cochabamba’s trash management crisis: two weeks without service after canceling a contract awarded in February left the city reeking. Not much strength to show.
The inscrutable paths of the popular bloc
Last week we already warned that the possibility of a fusion of popular fronts around Andrónico Rodríguez had gained traction after his step forward. Strategists from both the Evo and Arce camps were seriously considering it, though other factions within those same blocs have worked hard to bring him down. The move to lift the arrest warrant against Evo Morales was part of that plan, but it was swiftly crushed by the “La Paz judicial bloc.” However, in recent hours, influential figures such as Hugo Moldiz from Arce’s side and Héctor Arce from Evo’s side have hinted at “surprises” and have done the math on the popular bloc, suggesting that the issue may be more about internal power-sharing and guarantees than truly irreconcilable ideological differences. In fact, Arce’s faction has once again postponed its congress in the name of negotiations.
Now, there’s also another theory—with sufficient sources—that suggests a much riskier strategy: with Evo Morales out of the game after canceling his two satellite acronyms, Frente Para la Victoria and Pan Bol, the next move would be to take down Andrónico Rodríguez by provoking some misstep, whether he runs with Félix Patzi’s Third System Movement (MTS) or Eva Copa’s Morena. This would leave only the Movement Toward Socialism (MAS) under Arce’s control as the remaining option. This strategy also implies that the popular bloc will not opt to set fire to the Supreme Electoral Tribunal (TSE) or the Casa Grande del Pueblo but will grudgingly end up voting for the ones most like themselves. I wouldn’t place any bets.
In any case, there’s one week left to formally reveal more mysteries—though they will be far from definitive.
Por Miguel V. de Torres, El Pais:
Crónica política de la semana
Mientras la oposición toma posiciones irreversibles, en el bloque popular sigue abierta la posibilidad de la candidatura única de Andrónico, pero también la de una purga jurídica que deje solo al MAS de Arce
Se cierra una semana de muchas definiciones que antecede a la que será “definitivamente definitiva pero”, pues todavía tendrá la última palabra el Tribunal Supremo Electoral con las inhabilitaciones hasta el 6 de junio y, después, el Tribunal Constitucional con los amparos. Nunca nada es tan definitivo en esta enrevesada forma política con órganos más dispuestos a torpedear la democracia que a promocionarla.
Las novedades en el bloque opositor
En el bloque opositor se da por descartada la posibilidad de formar un solo bloque, pues las alianzas ya no pueden ser modificadas, pero un pequeño matiz en el criterio ha abierto la puerta a que algunas de las siglas que se apuntaron el 18 de abril medio a lo loco puedan dejar sin efecto su participación sin ser penalizados, lo que supone un alivio para el MNR, que además ya barajaba la posibilidad de sacrificar la sigla si eso servía para “salvar al país”, que a su criterio es evitar que el MAS o cualquiera de sus sucedáneos vuelva a ganar.
El cambio de criterio respecto al MNR ha dejado fuera de juego a Chi Hyun Chung, que en cualquier caso era un candidato a la baja: el factor sorpresa y su discurso “novedoso” ya había sido amortizado en 2019 y 2020 y la seriedad del momento ha dejado sin espacio a cualquier experimento.
El otro gran vuelco ha sido la confirmación de la sigla por parte de Jaime Dunn: será Nueva Generación Patriótica quien trate de rentabilizar las expectativas generadas alrededor de un economista liberal nuevo en la política y que emula en ciertos argumentos al presidente argentino Javier Milei, pero que pronto ha empezado a descubrir la dureza del terreno: su irrupción, coincidente con la ruptura entre Tuto y Dorias Medina, fue saludada en redes, pero tan pronto salieron a la luz sus antecedentes laborales: años de servicio como alto cargo (designado) de la sociedad tituladora del Banco de Desarrollo Productivo (BDP), con carnet masista incluido, le valió el estigma del “funcional – infiltrado”; después vaciló a viejos zorros como el MNR y ADN, que se han vengado en redes, y su última apuesta por Nueva Generación Patriótica no le ha ayudado a ser mejor: la nueva sigla no deja de ser un partido unipersonal formado por otro millonario migrante en Estados Unidos, Édgar Uriona, sin experiencia, sin demasiada solidez, y que además ha exigido la vicepresidencia.
En ese espectro, por cierto, Rodrigo Paz y el “capitán” Edman Lara firmaron una suerte de alianza, que no es binomio, para crear un bloque de “jóvenes y nuevos líderes” que atraiga voto y al que esperan se sume Jaime Dunn. Suena casi a despedida (con promesa ministerial o diputación probablemente mediante).
Mientras, Samuel Doria Medina sigue a paso lento pero seguro recorriendo el país e inundando las redes y lanzando globos sonda sobre sus candidatas a la Vicepresidencia. La última, Andrea Barrientos, sólida senadora de Comunidad Ciudadana, que pagó en su momento la honestidad de sus declaraciones que alguien quiso tratar como pecado de juventud: dijo en sesión del Senado a cuenta de una Ley concreta que tenían “más coincidencias con el MAS que con Creemos”, lo que fuera de contexto, lo pudrió todo. y ahí se pudrió todo.
Menos activo está Tuto Quiroga, que ha vuelto a volcarse en su actividad internacional y también Manfred Reyes Villa, esta semana contra las cuerdas por el asunto de la gestión de la basura en Cochabamba: dos semanas sin servicio tras anular la licitación adjudicada en febrero ha dejado la ciudad en la pestilencia. Poco músculo que sacar.
Los caminos inescrutables del bloque popular
La semana pasada ya advertíamos que la posibilidad de la fusión de frentes populares alrededor de Andrónico Rodríguez había cobrado fuerza tras su paso adelante. Estrategas del evismo y del arcismo lo consideraban en serio, aunque otras facciones de esos mismos bloques se han esmerado fuertemente en hacerlo caer: la concesión de levantar la orden de aprehensión contra Evo Morales iba en esa línea, pero ha sido duramente reprimida desde el “bloque judicial paceño”; sin embargo, en las últimas horas, personas tan relevantes como Hugo Moldiz en el arcismo o Héctor Arce en el evismo han abierto puertas a “sorpresas” y han hecho números sobre el bloque popular evidenciando que la cuestión podría ser más de reparto interno y de garantías que de diferencias ideológicas verdaderamente irreconciliables. El arcismo, de hecho, ha vuelto a aplazar su Congreso en aras de la negociación.
Ahora, también hay otra teoría – y fuentes suficientes – que tiene que ver con una estrategia mucho más arriesgada: Con Evo Morales fuera de combate al haber cancelado sus dos siglas satélites del Frente Para la Victoria y Pan Bol, el siguiente paso sería voltear la opción de Andrónico Rodríguez propiciando algún error, sea que vaya con el Movimiento Tercer Sistema (MTS) de Félix Patzi o del Movimiento de Renovación Nacional (Morena) de Eva Copa, dejando las puertas abiertas solo para el Movimiento Al Socialismo (MAS) bajo el control de Arce. Esta estrategia supone además que el bloque popular no optará por prenderle fuego al Tribunal Supremo Electoral (TSE) o a la Casa Grande del Pueblo, sino que a regañadientes acabará aceptando votar a los que se parecen más a ellos. Yo no haría apuestas.
Como sea, queda una semana para desvelar formalmente más misterios, aunque estos no vayan a ser ni mucho menos definitivos.
https://elpais.bo/nacional/20250511_del-bloque-dunn-y-el-adios-de-chi-al-plan-fusion-o-chicana.html
