By Guido Añez Moscoso, Eju.tv:
Last night, I took part in El Búnker as a guest invited by Virginio Lema. Believe me, I left deeply worried about the political situation. While these are not scientific polls with technical specifications, regional vote weighting, or statistical data that reflect the real state of the electorate, the reaction of the people—infected by the immaturity of political leaders and presidential candidates—is leading us off a cliff.
This is the best, or perhaps the only, opportunity we have to defeat MAS. They are divided and weak, but I am certain they will unite. They are the only political force with a party structure and a consolidated core vote.
UNITY is essential when no one has the strength to defeat the common enemy. And if we want to bring about the changes the country needs, it is necessary to have a strong government that controls parliament and an Executive Branch with decision-making capacity.
What worries me more is seeing people on social media celebrating that their candidate is first or second, without realizing that this advantage is neither real nor lasting—because it is not enough to defeat MAS. It ends up being a defeat.
Our candidates—the candidates of democracy—are in a process of mutual annulment or reciprocal destruction. This occurs when two or more political forces counteract and neutralize each other, preventing any of them from achieving significant progress.
The result of this phenomenon is electoral stagnation, preventing any of them from reaching their objectives, gaining dominance, or significantly advancing toward electoral victory. And in the case of a Pyrrhic victory, it would result in an unstable, conflict-ridden government of perverse negotiations, parliamentary corruption, and governmental inaction—nullifying the possibility of urgent and essential changes our country needs to emerge from the crisis caused by MAS and its system of government.
There is still time to straighten the course, to bring rationality back to political struggle, and to reach unity agreements that restore hope and faith in the Bolivia we all want to build: free, democratic, just, without political prisoners or exiles, and without people thinking of leaving the country due to a lack of hope for a better future.
The floor is now with the candidates—if they continue like this, their only achievement will be appearing on the ballot, but none will win.
LONG LIVE FREE BOLIVIA! WE SHALL RETURN AND WE SHALL WIN!
Por Guido Añez Moscoso, Eju.tv:
Anoche participé por invitación de Virginio Lema en El Búnker como invitado, créanme que me quedé demasiado preocupado por la coyuntura política, si bien no son encuestas científicas, que tengan una ficha técnica, una ponderación del voto por región, ni datos estadísticos que reflejen el estado real del electorado, la reacción de la gente que contagiada por la inmadurez de los líderes políticos y candidatos a presidentes, nos está llevando al despeñadero.
Esta es la mejor o quizá la única oportunidad que tenemos para derrotar al MAS, están divididos, débiles, pero estoy seguro de que irán unidos, son la única fuerza política con estructura partidaria y con un voto duro consolidado.
La UNIDAD es imprescindible cuando ninguno tiene la fuerza para derrotar al enemigo común, y si queremos hacer los cambios que necesita el país, es necesario tener un gobierno fuerte, controlando el parlamento, y con un Poder Ejecutivo con capacidad de decisión.
Me preocupa más cuando en las redes sociales la gente festeja que su candidato está primero o segundo, pero no piensa que esa ventaja no es real y es efímera porque no es suficiente para derrotar al MAS, por lo que se convierte en derrota.
Nuestros candidatos, los candidatos de la democracia, están en un proceso de anulación mutua o destrucción recíproca, esto sucede cuando dos o más fuerzas políticas, se contrarrestan y neutralizan mutuamente, impidiendo que alguna de ellas logre un avance significativo
La consecuencia de este fenómeno es un estancamiento electoral impidiendo que alguna de ellas logre sus objetivos, pueda imponerse o avanzar significativamente en una victoria electoral, y en caso de una victoria pírrica, tener un gobierno inestable, conflictivo, de negociaciones perversas, de prostitución de parlamentarios, de inacción gubernamental, lo que anularía la posibilidad de cambios urgentes e imprescindibles que necesita nuestro país para salir de la crisis que ha provocado el MAS con su sistema de Gobierno.
Estamos a tiempo de enderezar el carro, de racionalizar la lucha política, de lograr acuerdos de unidad que devuelvan la esperanza y la fe en esa Bolivia que todos queremos construir, libre, democrática, justa y sin presos políticos ni exiliados, ni gente que esté pensando irse del país por la falta de esperanza en un futuro mejor.
Tienen la palabra los candidatos, que si siguen así, solo tendrán la posibilidad de estar en la papeleta, pero ninguno de ganar.
¡VIVA BOLIVIA LIBRE! ¡VOLVEREMOS Y VENCEREMOS!
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