Country increasingly narco

Do we still believe that Bolivia is a simple transit country in the millionaire and illegal drug business? In recent years, the official discourse of the long government of Evo Morales, also permanent president of the coca growers, tried to position the concept that the country did not produce cocaine and that rather, almost as a victim, it was used as a drug transit route from Peru.

In recent weeks, the evidence of the operation of large drug cartels from Bolivia, the arrest of extraditable drug traffickers, most of them former Bolivian police chiefs, are showing that for several years the country was an important producer and supplier of cocaine for United States, Europe and neighboring countries.

The most recent episode of this shameful zaga is a multinational operation that was carried out in South America, when the European Union Agency for Police Cooperation (Europol) broke up an international criminal organization of Brazilian drug traffickers who had their production headquarters in Bolivia.

The Brazilian Federal Police, the Spanish Civil Guard, the United States Drug Enforcement Administration (DEA) and the Paraguayan anti-drug police participated in the complex investigations and operations. Bolivia did not participate, and that is striking.

The disrupted network had been transporting cocaine in sea containers since September 2020 and authorities in Brazil, Belgium, Italy, Spain and the Netherlands managed to seize some 10 tons of cocaine and around 1.85 million euros.

The operations detected some 40 locations in Brazil, Paraguay and Spain, making some 30 arrests and seizing drugs, vehicles, firearms, cash and various bank accounts in Brazil, Spain and Paraguay.

Investigators coordinated by Europol discovered a production infrastructure based in Bolivia, with logistics and supply lines in Brazil, Paraguay and Uruguay and a command center located in Dubai.

The Government of Bolivia was informed of the operation like any citizen by the media, announced that it will request a report from Europol and that there will be “an internal investigation” of the powerful criminal gang that trafficked Bolivian cocaine. It is very likely that the actions will remain in that statement and will not amount to anything.

Bolivia is on the list of the main suppliers of cocaine in Europe even before the Covid-19 pandemic, because since 2017 Europol has investigated the route of Bolivian drug traffickers to place the drug in their countries, on the other side of the Atlantic.

But it is not the only data on how drug trafficking is at its peak in Bolivia.

Let’s see:

In the next few days, Bolivian drug trafficker Omar Rojas Echeverría, a former National Police major accused of trafficking more than 100 tons of cocaine to New York, will be extradited from Colombia to the United States.

The US DEA is offering five million dollars for information leading to the conviction of Bolivian Colonel Maximiliano Dávila, the country’s former anti-drug chief, now detained in Bolivia for another crime, which is alleged illicit enrichment.

The Government of Paraguay affirms that almost all of the cocaine seized in that country comes from Bolivia.

Two drug lords who lead a faction of the First Capital Command (PCC) of Brazil conduct their operations and plan their coups from Bolivia. Marcos Roberto de Almeida and Valdeci have lived in Santa Cruz since 2021 according to Brazilian press reports.

The evidence is read every day in the media. Something has changed and very radically in recent years. Bolivia is already a cocaine producing center, a drug supplier to Europe, the United States and neighboring countries, and a refuge and center of operations for large Brazilian drug traffickers.

País cada vez más narco

¿Todavía creemos que Bolivia es un simple país de tránsito en el millonario e ilegal negocio de la droga? En los últimos años el discurso oficial del largo gobierno de Evo Morales, también presidente permanente de los cocaleros, intentó posicionar el concepto de que el país no producía cocaína y que más bien, casi como víctima, era utilizado como ruta de tránsito de la droga de Perú.

En las últimas semanas las evidencias de la operación de grandes carteles de la droga desde Bolivia, la detención de narcotraficantes extraditables, la mayoría de ellos exjefes policiales bolivianos, están demostrando que hace varios años que el país era un productor y proveedor importante de cocaína para Estados Unidos, Europa y países vecinos.

El más reciente episodio de esta vergonzosa zaga es un operativo multinacional que se realizó en Sudamérica, cuando la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol) desbarató una organización internacional criminal de narcotraficantes brasileños que tenían su sede de producción en Bolivia.

En las complejas investigaciones y operativo participaron la Policía Federal de Brasil, la Guardia Civil Española, la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) y la policía antidrogas de Paraguay. No participó Bolivia, y eso es llamativo.

La red desbaratada transportaba cocaína en contenedores marítimos desde septiembre de 2020 y las autoridades de Brasil, Bélgica, Italia, España y los Países Bajos lograron incautarle unas 10 toneladas de cocaína y alrededor de 1,85 millones de euros.

Las operaciones detectaron unas 40 ubicaciones en Brasil, Paraguay y España, se hizo unos 30 arrestos y se secuestró drogas, vehículos, armas de fuego, dinero en efectivo y varias cuentas bancarias en Brasil, España y Paraguay.

Los investigadores coordinados por Europol descubrieron una infraestructura de producción con sede en Bolivia, con líneas logísticas y de suministro en Brasil, Paraguay y Uruguay y un centro de comando ubicado en Dubai.

El Gobierno de Bolivia se informó del operativo igual cualquier ciudadano por los medios de comunicación, anunció que pedirá un informe a la Europol y que se hará “una investigación interna” de la poderosa banda criminal que traficaba cocaína boliviana. Es muy probable que las acciones queden en esa declaración y no lleguen a nada.

Bolivia está en la lista de los principales proveedores de cocaína en Europa incluso desde antes de la pandemia del Covid-19, porque desde el año 2017 Europol investigó la ruta de los narcotraficantes bolivianos para colocar la droga en sus países, al otro lado del Atlántico.

Pero no es el único dato de cómo el narcotráfico está en su auge en Bolivia.

Veamos:

En los próximos días será extraditado desde Colombia a Estados Unidos el narcotraficante boliviano Omar Rojas Echeverría, ex mayor de la Policía Nacional, acusado de traficar más de 100 toneladas de cocaína a Nueva York.

La DEA de Estados Unidos ofrece cinco millones de dólares por información que permita condenar al coronel boliviano Maximiliano Dávila, ex jefe antidrogas del país, ahora detenido en Bolivia por otro delito, que es supuesto enriquecimiento ilícito.

El Gobierno de Paraguay afirma que casi la totalidad de la cocaína que incautan en ese país les llega de Bolivia.

Dos capos del narcotráfico que dirigen una facción del Primer Comando de Capital (PCC) de Brasil conducen sus operaciones y planifican sus golpes desde Bolivia. Marcos Roberto de Almeida y Valdeci viven en Santa Cruz desde el 2021 según informes de la prensa de Brasil.

Las evidencias se leen cada día en los medios de comunicación. Algo ha cambiado y muy radicalmente en los últimos años. Bolivia ya es centro productor de la cocaína, proveedor de la droga a Europa, Estados Unidos y países vecinos, y refugio y centro de operaciones de grandes narcotraficantes brasileños.

https://eldeber.com.bo/opinion/pais-cada-vez-mas-narco_269709