By Carlos Hugo Laruta, Brujula Digital:
Kalimán and Zúñiga, false rabbits on the populist menu
The Bolivian popular mischief invented a dish called “false rabbit.” It centrally carries one or several slices of tasty, thin and seasoned beef, which wants to appear to be rabbit, but its meat is not rabbit. It has a medium dry flavor, but it is not rabbit. It looks like a rabbit, but it’s not a rabbit.
What does the false rabbit have to do with Generals Kalimán and Zúñiga? Well let’s see.
- What is a coup d’état
In the 19th and 20th centuries of Latin American and Bolivian political history, a coup d’état was the action through which a ruler and the leadership of the Government were removed and another group of people came to power in their place. The military coups were that, clearly and without hesitation, since they additionally annulled the validity of the other powers of the State, especially the Legislative.
- What is not a coup d’état
Already in current democratic times, the meaning and meaning of the word coup d’état was gradually changing, and especially in this 21st century.
For example, the removal of President Dilma Rousseff in Brazil and the inauguration of another president was a constitutional fact. Another similar case is that of the resignation of Evo Morales and the possession by constitutional succession of Senator Jeanine Añez as President of the State in Bolivia. Both cases are not coups d’état but rather constitutional and democratic solutions, even within the limits of legality.
- Kalimán, star actor in a failed return strategy
In November 2019, General William Kalimán was the star actor, uniformed for such a special event. He appeared on TV and alluding to the Organic Law of the Armed Forces (which suggests premeditation) “recommended” the then president, Evo Morales, to leave the presidency to avoid further conflicts in the country.
All serious analyzes of the events of that time show concatenation, logical articulation, coincidence and succession of dates and events, etc. Kalimán’s appearance on TV was part of a strategy that sought to leave the State under military control so that after the conflicts were resolved, the fled President Morales would return to power.
Thus, in November 2019 there was no coup and as the populist play staged by Morales with that of his uniformed star actor Kalimán failed, the aforementioned constitutional succession occurred in the country. Añez preserved the Legislative Assemblies headed by Eva Copa (although the mayor now wants to forget it).
- Zúñiga, star actor of the June 26 show
On Wednesday, June 26, 2024, some people whose names I will not say, but we all know, invented a coup d’état. There were assault cars in the streets, but it was not a coup. There were dozens of soldiers armed to the teeth, but it was not a coup. They used tear gas apologizing to the people for the inconvenience, but it was no coup. There was previous propaganda from the top of power that spoke of a “soft coup,” and even a Minister of Economy accused the American chargé d’affaires of being the one who gave the recipe for the coup, but it was not a coup. What was it then?
As was very clear to all citizens, especially of La Paz, our powerful rogues of the moment invented the not-so-new dish called “false coup.”
In June 2024 there was no coup or self-coup, but rather the show of a president who, in order to confront his very low popular support, required a show with uniformed men to raise his image. But he did not have the cunning of the media and the citizens who first got scared, but then realized the truth and the shot backfired.
In summary, a coup d’état centrally (although not only) implies the removal of the president and the leadership of the Government. A self-coup could exist in a democratic president who assumes all powers. But what happened on Wednesday, June 26, does not fit into either of those two definitions: it was just a show or “false coup” by a populist president eager to regain some popularity.
Something similar occurred to Hernán Siles Suazo, another populist, who had lost credibility with the hyperinflation of 11,000% in 1984, shortly before Parliament shortened his mandate and he went to his house. Populists are ingenious at staying in power at any cost and – we have seen it – sometimes they have uniformed men.
Carlos Hugo Laruta is a sociologist and research professor at the UMSA.
Por Carlos Hugo Laruta, Brujula Digital:
Kalimán y Zúñiga, falsos conejos del menú populista
La picardía popular boliviana inventó un plato llamado “falso conejo”. Lleva centralmente una o varias lonjas de sabrosa carne de res, delgada y sazonada, que quieren aparentar ser de conejo, pero su carne no es de conejo. Tiene sabor medio seco, pero no es de conejo. Tiene pinta de ser de conejo, pero no es de conejo.
¿Qué tiene que ver el falso conejo con los generales Kalimán y Zúñiga? Pues veamos.
1. Qué es un golpe de Estado
En los siglos XIX y XX de la historia política latinoamericana y boliviana, un golpe de Estado fue la acción por medio de la cual un gobernante y la cúpula de Gobierno son removidos y en su lugar llegar al poder otro grupo de personas. Los golpes militares fueron eso, claramente y sin dudarlo, pues adicionalmente anularon la vigencia de los otros poderes del Estado, especialmente del Legislativo.
2. Qué no es un golpe de Estado
Ya en los tiempos democráticos actuales fue cambiando gradualmente, y sobre todo en este siglo XXI, el sentido y significado de la palabra golpe de Estado.
Por ejemplo, la remoción de la presidenta Dilma Rousseff en Brasil y la posesión de otro mandatario fue un hecho constitucional. Otro caso similar es el de la renuncia de Evo Morales y la posesión por sucesión constitucional de la senadora Jeanine Añez como presidenta del Estado en Bolivia. Ambos casos no son golpes de Estado sino salidas constitucionales y democráticas, aun en los límites de la legalidad.
3. Kalimán, actor estelar de una fallida estrategia de retorno
En noviembre de 2019, el general William Kalimán fue el actor estelar, uniformado para acto tan especial. Apareció en la TV y aludiendo a la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas (lo que hace ver premeditación) “recomendó” al entonces presidente, Evo Morales, que deje la presidencia para evitar mayores conflictos en el país.
Todos los análisis serios de los hechos de entonces muestran concatenación, articulación lógica, coincidencia y sucesión de fechas y hechos, etc. La aparición de Kalimán en la TV era parte de una estrategia que buscaba dejar bajo control militar el Estado para que después de resueltos los conflictos el huido presidente Morales retornara al poder.
Así, en noviembre de 2019 no hubo golpe y como falló la obra teatral populista montada por Morales con su actor uniformado estelar Kalimán, en el país se produjo la sucesión constitucional mencionada. Añez preservó la Asambleas Legislativa encabezada por Eva Copa (aunque la alcaldesa quiera ahora olvidarlo).
4. Zúñiga, actor estelar del show del 26 de junio
El miércoles 26 de junio de 2024 unas personas cuyos nombres no diré, pero todos conocemos, se inventaron un golpe de Estado. Hubo carros de asalto en las calles, pero no fue un golpe. Hubo decenas de militares armados hasta los dientes, pero no fue golpe. Hicieron uso de gases lacrimógenos pidiendo disculpas a la gente por las molestias, pero no fue golpe. Hubo propaganda previa desde la cúspide del poder que habló de “golpe blando”, y aun un ministro de Economía acusó a la encargada de negocios gringa de ser la que daba la receta del golpe, pero no fue golpe. ¿Qué fue entonces?
Como quedó muy claro para todos los ciudadanos sobre todo de La Paz, nuestros pícaros poderosos del momento inventaron el no tan novedoso plato llamado “falso golpe.
En junio de 2024 no hubo golpe ni autogolpe, sino el show de un presidente que para enfrentar su bajísimo apoyo popular requería un espectáculo con uniformados para levantar su imagen. Pero no contaba con la astucia de los medios de comunicación y de la ciudadanía que primero se asustó, pero luego se dio cuenta de la verdad y el tiro le salió por la culata.
En resumen, un golpe de Estado implica centralmente (aunque no solo) la remoción del presidente y la cúpula de Gobierno. Un autogolpe podría existir en un presidente democrático que asume todos los poderes. Pero lo que ocurrió el miércoles 26 de junio no cabe dentro de ninguna de esas dos definiciones: solo fue un show o “falso golpe” de un presidente populista deseoso de recuperar alguito de popularidad.
Algo parecido se le ocurrió hacer a Hernán Siles Suazo, otro populista, que había perdido credibilidad con la hiperinflación del 11.000% en 1984, poquito antes de que el Parlamento le acorte el mandato y se vaya para su casa. Los populistas son ingeniosos para mantenerse en el poder a como dé lugar y –lo hemos visto– a veces cuentan con uniformados.
Carlos Hugo Laruta es sociólogo y docente investigador de la UMSA.
https://www.brujuladigital.net/opinion/kaliman-y-zuniga-falsos-conejos-del-menu-populista
Bolivian Thoughts 