Editorial, Los Tiempos:
Corruption, looking at the straw in another’s eye
The corruption that has been revealed in Santa Cruz, with the so-called phantom items, confirms, for the umpteenth time, that this evil infests without distinction those who exercise power.
The government has tried to take advantage of the situation to discredit Santa Cruz, without succeeding, as the ruling MAS has a very long list of acts of corruption to its credit, especially in the long Morales government.
The list of irregularities committed in more than 13 years is so long that this space would not be enough to list them.
Among the most notorious cases is, of course, that of Catler Uniservice, which involved the then president of YPFB in 2008, and as the scandal was not limited to a millionaire payment of bribes, but there was a murder, the main defendant went to go to jail, from which he was released a little over three years ago.
From there, the list of scandals with figures always of six zeros grew geometrically and ended up deteriorating the image of the regime that, finally, was ousted from power the wrong way. One of the first effects of the collapse of that regime was the chain explosion of revelations about the scandalous cases of corruption that were accumulating during the government of the Morales/García binomial.
There is nothing surprising in this, since it was well known that, probably without exception, all state departments and public companies were subjected to the most diverse forms of embezzlement, from the grossest to the most sophisticated.
It was also known that the companies of the armed forces came to occupy a very prominent place in the scaffolding specially set up to transfer public resources to private accounts, as this is one of the most efficient ways to seal the loyalty and submission of high military commanders. That formula, so efficiently applied in Cuba and Venezuela, was replicated in Bolivia.
Corruption, therefore, was decisive and became evident for the popular insurrection that broke out after the electoral fraud that precipitated the resignation of Morales.
And what came next was not better. The brief government of Jeanine Áñez was also a regrettable example of corruption that was committed, especially in the purchase of respirators for Covid-19 patients.
It remains to know what are the acts of corruption of the government of Luis Arce, for now, the common denominator is the improper use of State assets. But there is a surprising case for several reasons: the payment of YPFB to the coca growers of the Chapare because they would be victims of environmental damage. And that’s where Morales is immersed too.
Corrupción, mirando la paja en el ojo ajeno
La corrupción que se ha develado en Santa Cruz, con los denominados ítems fantasma, confirma, por enésima vez, que ese mal infesta sin distinción a quienes ejercen poder.
El Gobierno ha intentado aprovechar la situación para desprestigiar a Santa Cruz, sin lograrlo, pues el gobernante MAS tiene una larguísima lista de actos de corrupción en su haber, especialmente en el dilatado gobierno de Morales.
La lista de irregularidades cometidas en más de 13 años es tan larga que este espacio no alcanzaría para enumerarlos.
Entre los casos más sonados está, desde luego, el de Catler Uniservice, que involucró en 2008 al entonces presidente de YPFB, y como el escándalo no se limitó a un millonario pago de sobornos, sino que hubo un asesinato, el principal acusado fue a parar a la cárcel, de la que salió hace poco más de tres años.
A partir de ahí, la lista de escándalos con cifras siempre de seis ceros creció geométricamente y terminó por deteriorar la imagen del régimen que, finalmente, fue echado del poder a las malas. Uno de los primeros efectos del desmoronamiento de ese régimen fue la explosión en cadena de revelaciones sobre los escandalosos casos de corrupción que fueron acumulándose durante el gobierno del binomio Morales/García.
Nada sorprendente hay en ello, pues era bien sabido que, probablemente sin excepción, todas las reparticiones del Estado y las empresas públicas, fueron objeto de las más diversas formas de desfalco, desde las más burdas hasta las más sofisticadas.
Se sabía, también, que las empresas de las FFAA llegaron a ocupar un lugar muy destacado en el andamiaje especialmente montado para transferir recursos públicos a cuentas privadas, por ser esa una de las más eficientes maneras de sellar la lealtad y sometimiento de altos mandos militares. Esa fórmula, tan eficientemente aplicada en Cuba y Venezuela, fue replicada en Bolivia.
La corrupción, por tanto, fue determinante para la insurrección popular que estalló tras evidenciarse el fraude electoral que precipitó la renuncia de Morales.
Y lo que vino después no fue mejor. El breve gobierno de Jeanine Áñez también fue una lamentable muestra de corrupción que se cometió, especialmente, en la compra de respiradores para los enfermos de Covid-19.
Resta saber cuáles son los actos de corrupción del gobierno de Luis Arce, por ahora, el común denominador es el uso indebido de bienes del Estado. Pero hay un caso que sorprende por varias razones: el pago de YPFB a los cocaleros del Chapare porque serían víctimas de daños ambientales. Y ahí también está metido Morales.
https://www.lostiempos.com/actualidad/opinion/20220110/editorial/corrupcion-mirando-paja-ojo-ajeno
Bolivian Thoughts 