Editorial, Pagina Siete:
Unacceptable amnesty in favor of MAS
More than 1,000 people related to the MAS and who participated in violent acts and vandalism will benefit from the supreme decree of Amnesty and Humanitarian Pardon, approved by the Executive and which the Legislative is preparing to endorse. “Those colleagues who are harmed for no reason, what is wanted is that they be released from all criminal charges for which they have been prosecuted without any reason,” said the president of the Upper House, Andrónico Rodríguez.
This only confirms the abusive attitude of the MAS. It is nothing new, considering how the government acted during 14 years of its first term, persecuting opponents, controlling justice and trying to remain in power forever.
Now it is up to everyone who carried out violent acts during the sad days before and after the fall of Evo Morales in November 2019. In this phase of violence, inflamed by Morales himself, hundreds of people committed serious crimes, such as dynamiting footbridges, attack buses that were transporting protesters, shoot at opponents using firearms, attack women traveling from Potosí to La Paz to reinforce the protest, attack opponents with explosives, etc.
Among the most serious crimes of those terrible days is, however, the burning of 64 PumaKatari buses and the homes of journalist Casimira Lema and former Ombudsman Waldo Albarracín.
All this now the ruling party wants to erase as if nothing had happened, including the accusations against Evo Morales, which he requested from Bolivia, and later from Mexico, that food and water not enter the cities. The power in this case is destined to seek impunity.
Obviously, the other political side also committed crimes and excesses. To begin with, the houses of masista leaders were also burned. And then there were the events of Senkata and Sacaba, in which everything indicates that the uniformed men fired at the protesters. All this must be investigated and punished.
What the MAS wants, however, is only to investigate and punish the side of its adversaries, and give impunity to that of its adherents. A society cannot function like this, especially if it is called democratic. But clearly the authoritarian inclination of the MAS will make that party try to bypass its rivals whenever circumstances allow. In any case, the current regime should consider that the protests carried out against the Morales administration, and which ended with his resignation and flight, were precisely due to the accumulation of abuses of this type.
Inaceptable amnistía a favor del MAS
Más de 1.000 personas afines al MAS y que participaron en actos violentos y vandálicos se beneficiarán con el decreto supremo de Amnistía e Indulto Humanitario, aprobado por el Ejecutivo y que el Legislativo se apresta a refrendar. “Aquellos compañeros que son perjudicados sin motivo alguno, lo que se quiere es que se libere de todo cargo penal por el que han sido procesados sin ningún motivo”, indicó el presidente de la Cámara Alta, Andrónico Rodríguez.
Esto nada más ratifica el abusivo talante del MAS. No es nada nuevo, considerado cómo actuó el gobierno durante 14 años de su primera gestión, persiguiendo opositores, controlando la justicia e intentando eternizarse en el poder.
Ahora le toca salvar a todos quienes realizaron actos violentos durante las tristes jornadas previas y posteriores a la caída de Evo Morales en noviembre de 2019. En esa fase de violencia, enardecidas por el propio Morales, cientos de personas cometieron delitos graves, como dinamitar pasarelas, atacar a buses que transportaban manifestantes, disparar contra opositores usando armas de fuego, atacar a mujeres que viajaban de Potosí a La Paz para reforzar la protesta, agredir con explosivos a adversarios, etc.
Entre los delitos más graves de esos terribles días está, sin embargo, la quema de 64 buses PumaKatari y las viviendas de la periodista Casimira Lema y del ex Defensor del Pueblo Waldo Albarracín.
Todo eso quiere ahora el oficialismo borrarlo como si nada hubiera pasado, incluidas las acusaciones contra Evo Morales, que pidió desde Bolivia, y luego desde México, que no ingresaran alimentos y agua a las ciudades. El poder en este caso está destinado a buscar la impunidad.
Obviamente que el otro bando político también cometió delitos y excesos. Para empezar, se quemaron igualmente casas de dirigentes masistas. Y luego se produjeron los eventos de Senkata y Sacaba, en los que todo indica que los uniformados dispararon contra los manifestantes. Todo ello debe ser investigado y sancionado.
Lo que quiere el MAS, sin embargo, es solo investigar y sancionar al bando de sus adversarios, y dar impunidad al de sus adherentes. Una sociedad no puede funcionar así, especialmente si se llama democrática. Pero claramente la inclinación autoritaria del MAS hará que ese partido intente pasar por encima de sus rivales siempre que las circunstancias lo permitan. De todos modos, el régimen actual debería considerar que las protestas realizadas contra la administración de Morales, y que terminaron con su renuncia y fuga, se dieron precisamente por la acumulación de abusos de este tipo.
Bolivian Thoughts 